24 febrero 2014

Reglas y Principios de Susana Wesley

Este fragmento de una carta de la Señora Susana Wesley fue escrita el 24 de julio de 1732 en una carta a su hijo Juan Wesley

Ella dijo:  "Nadie puede seguir estos principios sin renunciar al mundo en un sentido literal.  Hay pocas (madres) si aún algunas quienes dedicarán sus vidas enteramente por 20 años (lo mejor de su vida) con la esperanza de salvar las almas de sus hijos, cuando ellas piensan que pueden salvarles sin hacer tanto.  Esto ha sido mi intención principal sea que lo he hecho con éxito o habilidad."

1. Los hijos siempre eran puestos en un método  regular de vida, en cuanto tenían la capacidad  desde su nacimiento--vistiendo, desvistiendo,  cambiando los pañales etc.  La primera cuarta   parte comúnmente pasaban durmiendo.  Después de  esto si era posible les puse en su mecedora de  bebes, despiertos y les mecí hasta que  durmieron y siguieron en la mecedora hasta que   era tiempo para despertarse.  Esto hice para  darles un tiempo regular para dormir el que al  empezar era tres horas en la mañana y tres en  la tarde y después dos horas  etc hasta que no  necesitaban nada.

2. Cuando cumplieron un año y algunos aún antes,  fueron enseñados a temer a la vara y llorar  despacio, por medio de lo cual escaparon de  abundancia de corrección que de otro modo   hubieran recibido.  Esta bulla tan odiada del  lloro del los niños escuchábamos raramente en  la casa.  La familia vivía en tanta  tranquilidad como si no hubiéramos tenido un  niño en nuestro medio.

3. Una vez que eran más o menos crecidos fuertes  ellos eran limitados a tres comidas diarias.   Los alimentos que les fueron permitidos podían  tenerlos en las comidas.  Podían comer una sola  cosa y cantidades limitadas.  Comiendo o   bebiendo entre comidas no era permitido, si no  estaban enfermos.  No podían escoger su comida,  pero comerían lo provisto por la familia.  (La  idea acá es que el niño debe aprender a ser  disciplinado aún en lo que come y no hacer solo  lo que le da la gana y cuando le da la gana.   Y no debe tener mala actitud acerca de la  comida que es servida.)

4. Para formar las mentes de los hijos, la primera  cosa que hay que hacer es vencer su voluntad y  traerlos a un carácter obediente.  Para  informar al entendimiento (enseñar) es un   trabajo que lleva tiempo y con niños hay que  proceder despacio para que lo aguanten.  Sin  embargo, la sujeción de la voluntad es algo que  tienes que hacer de una vez.  Y lo más temprano  en su vida es lo mejor.  Si eres negligente en  corregirles les causas ser obstinados y tercos,  lo cual casi nunca se puede vencer; y jamás  puedes vencer su voluntad sin tanta severidad  en el castigo que sería muy doloroso para mi   (porque tengo que administrar el castigo) y  para el niño (quien recibe el castigo).  En la  estimación del mundo pasan por amables e  indulgentes los a quienes yo llamaría crueles   como padres, porque permiten a sus hijos tener  hábitos que ya saben que después tendrán  que vencer.  (Esto habla de la costumbre y  práctica de muchos en dejar sus hijos tener un   hábito que no será permitido en un niño más  grande.  El niño se acostumbra a hacerlo y  entonces cuando crece, sus padres le   disciplinan por haber hecho esto y son ellos  quienes le han dejado tener este hábito.  Un  ejemplo de este problema sería el llorar o  suplicar para tener digamos un caramelo en la   tienda y entonces le complacemos, pero a la  edad de 10 a 11 años ya nos enojamos con ellos  y no les permitimos hacerlo.  Otro ejemplo  sería cuando el niño pequeño pega a sus padres   en ira y le dejamos pegarnos, pero después,  cuando es grande vamos a disciplinarle mucho  por haber pegado a sus padres.)  Cuando  corriges a un niño tendrás que vencerle (su  voluntad) y no será difícil si es que no le has  dejado llegar a ser terco por tus indulgencias.   Cuando la voluntad del niño es totalmente   sujeta y es llevada a reverenciar a sus padres,  entonces muchas de las estupideces e  inadvertencias pueden ser pasadas por alto.   Algunas faltas deben ser pasadas por alto,  otras no tomadas en cuenta y otras reprendidas  ligeramente; pero ninguna transgresión  voluntaria debe ser jamás perdonada, no debe   quedar sin castigo sea mucho o poco de acuerdo  a la naturaleza y circunstancia que el caso  requiere.  Insisto en vencer la voluntad de los  hijos siempre, porque este es el único  fundamento fuerte y racional de una educación  religiosa, sin lo cual ni preceptos ni ejemplos  serán eficaces.  Pero cuando lo haces  completamente entonces el niño es capaz de ser  gobernado por la razón y piedad de sus padres  hasta que llega a tener su propio entendimiento  cual viene con la madurez y los principios de  la religión que han tomado raíz en su mente.   No puedo dejar este tema.  Voluntad  propia es la raíz de todo el pecado y miseria  en el mundo.  Entonces lo que sea que estima  voluntad propia en los niños asegura su propia  ruina y falta de religión.  Lo que estorba o  mata la voluntad propia promociona en el futuro  del niño felicidad y piedad.  Esto es aun mas  evidente si consideramos que la religión es  nada mas que hacer la voluntad de Dios y no  nuestra propia voluntad.
 
5. Nuestros hijos eran enseñados tan pronto como  podían hablar "El Padre Nuestro" el que decían  al levantarse y acostarse, cuando eran más  grandes fue añadida una oración corta de sus  padres y otras oraciones, después un catecismo  y algunas porciones de las escrituras, lo que  podían aguantar sus memorias.

6. Temprano se les hacía saber la diferencia entre  el Domingo y los otros días.   Esto era antes  de que pudieran hablar bien.  (Los niños deben  entender que hay un día en la semana que hemos   dedicado a Dios y no es como cualquier otro  día)

7. Temprano fueron enseñados a estar quietos en  las oraciones familiares y pedir la bendición  sobre los alimentos inmediatamente después, lo  cual hacían por señas antes que podían hablar  o doblar la rodilla.

8. Pronto eran hechos entender que no podían tener  nada por lo que habían llorado y fueron  instruidos a hablar con cortesía por lo que  ellos querían.  No fueron permitidos a pedir ni  a la sierva mas humilde sin decir "por favor".   (Es una vergüenza la actitud y costumbre de  muchos en pensar que son mejor que un humilde  siervo o empleado y les traten como menos.  La  misma actitud racista no debe tener cabida  entre los creyentes en cuanto a gente de menos  nivel social que nosotros.)

9. Usando el nombre de Dios en vano (ejemplo--Dios  mío), lisuras, juramentos, profanidades,  obscenidades, descortesías, apodos insultantes  nunca fueron escuchados entre ellos.  Aun   tenían que llamar sus hermanos y hermanas por  su nombre y usar el titulo "hermano" antes que  su nombre.

10. No fueron permitidos jugar ni hablar fuerte.   (Si podían jugar pero no en una manera  escandalosa, tirando cosas, rompiendo cosas,  saltando sobre los muebles, gritando, peleando  etc.)

11. Cada hijo tenía que ocuparse muy bien con sus  estudios por seis horas de clase cada día.  Es  casi increíble lo que se puede enseñar a un   niño en tres meses con una aplicación vigorosa,  si el tiene capacidad mental tolerable y buena  salud.  (Ella enseñaba a sus 18 hijos en casa.)

12. Después que reconstruyeron nuestra casa (por el  incendio) empezamos el sistema de tener a los  hijos cantar los Salmos en la mañana y tarde.  A las cinco de la tarde todos se retiraron a un  lugar privado para que el hijo mayor podía  tomar al hijo menor y hablarle, y el segundo  con el siguiente y entonces leyeron los Salmos  por este día y un capítulo del Nuevo  Testamento.  También en la mañana ellos fueron  dirigidos a leer los Salmos y un capítulo del  Antiguo Testamento, después de esto fueron a  sus oraciones en privado y todo esto se hizo  antes de desayunar o entrar con la familia.

13. Ha sido observado que la cobardía y temor al  castigo muchas veces guía a los niños a mentir  hasta el punto que tienen la costumbre de  hacerlo tanto que no lo pueden dejar.  Para   prevenir esto una ley fue hecha en nuestra  casa, quien sea que fuese demandado con una  falta de lo cual eran culpables si lo  confesaban y prometían arreglarlo no serían  azotados.  Esta regla ha prevenido bastantes  mentiras.

14. Ninguna acción pecaminosa como mentir,  desobedecer, robar, reñir, etc fue permitido  pasar sin castigo.

15. Ningún hijo jamás fue reprendido o azotado por  la misma falta dos veces y si lo arreglaron  nunca serían aún recordados de esta falta  después.

16. Cada notable acto de obediencia, especialmente  cuando era su inclinación hacerlo, debe siempre  ser alabado y frecuentemente recompensado según  los méritos del caso.

17. Si cualquier hijo hizo un acto de obediencia o  cualquier cosa, sin intención de agradar (ganar  puntos con los padres), aunque la presentación  de lo que hizo no era buena, la intención y  obediencia debe ser aceptada amablemente y el  niño con ternura dirigido o enseñado para  hacerlo mejor en el futuro.

18. Los derechos de propiedad tiene que ser sin  excepción preservados.  Ninguno será permitido  invadir la propiedad de otro en aun lo mas  pequeño aunque tuviera el valor de un alfiler   o un centésimo.  No pueden tomar nada del dueño  sin permiso y jamás contra su voluntad.  Esta  regla nunca puede ser demasiado enfatizada en  las mentes de los niños.  La falta de esta  enseñanza por padres y gobiernos es lo que  causa la vergonzosa negligencia de justicia que  podemos observar en el mundo.

19. Promesas tienen que ser estrictamente  observadas, un regalo una vez dado y entonces  el derecho de usarlo es pasado del dador a la  otra persona, nunca será tomado de nuevo sino  dejado a la disposición de él a quien fue dado.   Esto es si el regalo no era condicional y las  condiciones no fueron cumplidas.  (Un ejemplo  sería si los padres dicen al hijo; "Te voy a  dar esta Biblia con la condición que la cuides  bien."  Si el niño no la cuida entonces los  padres pueden decir que la quieren de nuevo.   Un niño también puede dar un regalo a otro niño  con una condición como; "Te doy mi perrito si  me prometes alimentarlo cada día."

20. Ninguna hija debe ser enseñada a trabajar  hasta que pueda leer muy bien y entonces que  ella trabaje con la misma aplicación y misma  cantidad de tiempo que pasó aprendiendo a leer.  (Las hijas en aquel año no aprendieron a leer  normalmente sino tenían que trabajar.  Ella  quería que sus hijas aprendieran como leer y  escribir.)

4 comentarios:

  1. No es de extañar que no haya comentarios. .La sociedad moderna considera este método políticamente incorrecto. Cuando realmente es muy bíblico. Cuantas familias critiana debería usar este método.

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  2. Me dejo muda. Que lección de vida, que mujer. No nos conformemos con este tiempo con lo que hoy tenemos, pongamos atención a nuestras vidas y lo que estamos haciendo con nuestros hijos. Nuestro Padre Eterno no tiene nietos espirituales todos somos hijos. Enseñemos e instruyamos pero sobre todo seamos ejemplos para nuestros hijos en saber y sobre todo VIVIR la palabra de Dios. Ellos son las siguiente generaciones y hoy están en nuestras manos. Creo en las promesas del Padre las cuales también son para nuestros hijos. Despierta no te imaginas lo bello y hermosos que es ver a tus hijos amar y buscar las cosas que no se ven aquellas que conectan tu Espíritu con el Espíritu de Dios. Busco y quiero con todo mi ser un día estar en ese hogar precioso que el Padre esta preparando para mi, pero no quiero irme solo, quiero mi familia completa.

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  3. Excelentes consejos...duros de cumplir pero no imposible con la ayuda de Dios.

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    1. Amen, así es ningún habito bueno es tan fácil de adquirir. Solo debemos tener determinación, consistencia, perseverancia, y no desmayar en el intento, sino mas bien continuar, aunque fallemos levantarnos y seguir intentando introducir los hábitos buenos en nuestras vidas y la de nuestra familia. Gracias por comentar, le deseo muchas bendiciones del Señor.

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