12 abril 2021

"Intenta que el niño que fuiste nunca se avergüence del adulto que eres"


He leído este pensamiento, y me causa motivos para analizarme con esta pregunta ¿Qué estoy haciendo que avergüence a esa niña que fui? una niña que creía plenamente en la Palabra de Dios, que amaba obedecer los preceptos de Dios en fin, cuando somos niños creemos totalmente en lo que nos enseñan, y yo fui enseñada con mucho amor, por mis maestras de Escuela Dominical, acerca de lo que debía y lo que no debía hacer en la vida, prácticamente allí me inculcaron e instruyeron en la cultura bíblica, y  me enseñaron las normas que Dios quería que sus seguidores obedezcan, para protegerles de las cosas negativas en sus vidas. 

¿Qué cosas que hice o hago avergonzaría a esa niña que fui? A veces no he sido muy amable con mis estudiantes en mi clase de Escuela Dominical, no he sido la mejor en escuchar a esa amiga que buscaba solo quien la escuche, no he sido la mas leal en momentos difíciles para los que llamo amigos, no he sido esa confidente que mis hijos anhelan, no he sido la líder paciente que muchos esperan de mi. Bueno tantos roles que desempeñamos día a día con o sin nombramiento, nuestra labor está presente, y somos llamados a una retrospectiva, haciendo un análisis de que actitudes, palabras o malas acciones no volver a cometer, para no avergonzarnos a nosotros mismos y a nuestro Dios, que espera de nosotros, que cada día dependamos de él y no de nosotros mismos.

Para ser esas personas que Dios quiere que seamos debemos estar dispuestos a rendir nuestras vidas cada día a él, e ir con humildad y pedirle perdón al dueño de nuestras vidas, pedirle su guía y dirección para hacer su voluntad todo el tiempo. 

Espero que esta pequeña reflexión le ayude a volver ese Dios que es la fuente de vida abundante que renueva y fortalece nuestras vidas, sacando la amargura, y llenando de amor nuestras vidas. Oremos y levantemos en fe, dejando el lugar de amargura y que nos guie a ese lugar donde brota la paz y la esperanza del Dios Altísimo a quien servimos.