¿Qué impresión das a los demás cuando estas enojada o molesta por algo? Con nuestras actitudes y palabras irradiamos sentimientos agradables o desagradables. El efecto que causan los sentimientos y pensamientos en nosotros, provoca sensación de estabilidad y dulzura en nuestros semejantes, es como si estuvieran en un jardín de rosas, o bajo un árbol grande manzano, cuya sombra y frutos son una atracción para las personas, con frutos deseables y dignos de imitar. Con una sonrisa irradias una dulzura como el inconfundible olor a canela con manzana, o tus palabras y actitudes pueden ser ácidas como el sabor de limón o el vinagre.
¿Cómo actúas cuando estas molesta por algo razonable? ¿Cómo te comportas cuando alguno de ellos ha cometido un error? ¿Cómo reaccionas cuando te enteras de alguna falta cometida de tus hijos o algun familiar querido? Todo eso cuenta cuando estas frente a ellos, no importa la razón de tu fastidio y molestia, ten en cuenta que tus hijos esperan lo mejor de ti.
Ten cuidado de no ser una persona que provoque sensación de acidez, como el vinagre a la garganta, que no se puede ni pensar en tomarlo. Si estas preocupada por el futuro de tus hijos, no se los demuestres a ellos de manera tan efusiva, sino ve a tu aposento cierra la puerta y ora a tu Padre celestial, lleva a él tus cargas y el te dará promesas grandes que tu no te imaginas, lee Isaías 54: 13 Dios promete ser el maestro de tus hijos.
Ten cuidado de no ser como una bebida demasiado dulce, es bueno amar y demostrar amor a nuestros hijos pero debemos poner límites. Ellos deben conocer que hay reglas y normas en tu hogar. Deben saber que en tu vida y la vida de cada uno de ellos existen leyes divinas y eternas, las cuales deben cumplir como hijos de Dios. El amor y el cuidado excesivo es mal interpretado, hace que ellos crean que en la vida no hay sacrificios, y que todo será fácil cuando ellos sean grandes. Y que nadie puede decirles "no" a todo lo que ellos pidan, cosa que no es real. En la vida hay sacrificios que pagar cuando uno quiere lograr grandes metas.
Una madre que facilita todo a sus hijos, te hace ver demasiado dulce en exceso. Sé amable, sé dulce y compasiva, pero también se firme en tu posición, cuando haz determinado inculcar hábitos positivos que beneficiará la vida de tus hijos. No seas una madre inconsistente, que por miedo a causar enojo o molestia en tus hijos, deja a un lado la disciplina y protección espiritual de ellos.
En conclusión, que tu vida sea una combinación equilibrada de olores, sabores y colores, sé una mujer única, que emita un sin fin de sensaciones al conocerte, y en el trato con los tuyos sé esa mujer que todos quieran estar a lado tuyo. Emite olores y sabores deleitosos, y únicos para tus seres queridos. Que las diferentes expresiones del amor de Dios llene tu vida y muestres con tus actos el fruto del Espíritu Santo como dice en Gálatas 5:22, 23 "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley."
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