23 mayo 2020

No te enojes con tu esposo, ámalo


Un día fui a comprar a la venta cerca de mi casa, cuando la dueña que era mi amiga, me contó lo desilusionada que estaba porque su esposo no había comprado los tomates como ella lo hacía, él por su parte, quiso ayudarla para que no salga tan temprano, amablemente decidió ir al mercado y traer las provisiones para la familia y para surtir la venta. Sin embargo el no logró colmar las expectativas de su esposa. 

Ella sabía hacer sus compras a bajos precios, compraba lo que sus clientes requerían, por eso le vino una molestia, tanto que al verla pregunte ¿Qué le había sucedido? y ella me contó rápidamente el asunto, a lo que respondí con una reflexión que creo que vino de parte del Señor para ella en ese momento, le dije: "¡Ay!  mujeres ¿Quién las entiende? cuando tenemos esposo, no nos conformamos con lo que ellos hacen por nosotros, pero cuando no lo tenemos, solo sabemos lamentarnos llorando porque ya no están". Esto la hizo pensar con cuidado, cual había sido su reacción por esa amable actitud de su esposo, no mirando el bien que el quería para ella en ayudarla con sus compras sino que solo miraba lo mal que había comprado algunos productos. Sin agradecer, se molestó y protestó con él. 

Hermana, tome en cuenta el valor de la persona que Dios colocó a su lado, ámelo tal como es. Sé, que nadie es perfecto, todos vamos en el camino de la perfección si estamos en Cristo. A veces vamos a cometer errores, por querer hacer el bien, vamos a hacer algo que no le guste a nuestra pareja. Pero no por eso vamos a molestarnos cuando el o ella hace algo para colaborarnos. He visto a mujeres aburridas con sus esposos, malhumoradas, se molestan cuando hacen algo mal, se molestan porque no hacen, y cuando hacen algo bien, no les agradecen. No se las puede entender. 

Pero no veo que estén buscando como revertir las cosas, quizá no soy la mas indicada para hablarle a esas mujeres que ya llevan muchos años de vida conviviendo con un hombre, mi matrimonio duró solo 16 años y algunos meses, pero le digo una cosa, ya no tengo esposo, y quisiera tener un hombre a mi lado, aunque sea para enseñarle, dirigirlo no solo para que me ayude, sino para que me enseñe, me guie  o me dé su compañía solamente. 

Ser esposa ideal, es todo un reto, Proverbio 18:22 dice: "El hombre que halla una esposa, encuentra un tesoro, y recibe el favor del Señor" NVI. Sea ese tesoro para su marido, esa perla de gran precio, esa corona de la cual habla proverbios 12:4 y no como esa podredumbre que lo avergüenza delante de sus hijos y de sus familiares y amigos. "La mujer virtuosa es corona de su marido, pero la que lo avergüenza es como podredumbre en sus huesos". 

Dios nos conoce, y ve todas nuestras actitudes, sabe que no somos perfectas, no busquemos la perfección en el ser amado, busquemos ayudarlo a ser mejor cada día. Cada momento de su vida al lado de su esposo pregúntese ¿Cómo puedo ayudarlo a mejorar? Ore por él, ámelo tal como es, no deje llenar su corazón de rencores pasados, perdone, olvide, comience de nuevo cada día. Recuerde que las misericordias del Señor son nuevas cada mañana, y usted como hija de Dios también a heredado ese atributo, ser misericordiosa, perdonar, olvidar y comenzar de nuevo. 

¡Que el Señor le ayude a ser la esposa que su esposo necesita!

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