1.
Pase tiempo significativo leyendo la
Palabra: Léela, escúchala, memorízala, medita sobre ella. «Deseen con
ansias la leche pura de la Palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio
de ella, crecerán en su salvación» 1 Pedro 2:2
2.
Lea relatos de intervención divina.
Los testimonios de oraciones respondidas, tanto de la Biblia como de la
actualidad, trasladan las promesas de ayuda divina al terreno de lo práctico.
Lo que Él ha hecho por otras personas, lo puede hacer por ti.
3.
Ponga a prueba las promesas de Dios.
A medida que estudies la Palabra, ve elaborando una lista de versículos que
contengan promesas divinas para diversas situaciones. Cuando ores, exígele a
Dios que cumpla lo prometido.
4.
No pierda el optimismo. Considera
las situaciones difíciles, los obstáculos y los desafíos como oportunidades de
expandir tu fe.
5.
Presente sus problemas e inquietudes a
Dios en oración. Él dice: «Clama a Mí, y Yo te responderé, y te enseñaré
cosas grandes y ocultas que tú no conoces» Jeremías 33:3. Conforme aprendas a
trabajar más estrechamente con Dios para obtener de Él soluciones y respuestas,
adquirirás más conciencia de Su amor y auxilio omnipresentes.
6. Acepte los cambios. Los grandes
cambios de circunstancias a veces nos incomodan y desestabilizan. Al mismo
tiempo, esas alteraciones son el caldo de cultivo de la fe, toda vez que nos
obligan a tomar determinaciones. ¿Dejaremos el desenlace en manos de Dios? Cada
vez que depositamos nuestra confianza en Dios y Él cumple lo prometido, nos resulta
más fácil confiar en que Él nos ayudará a salvar el siguiente escollo.
7. Ore,
no solo con la esperanza de que todo se arregle de la mejor manera, sino dando
por hecho que así será. Cuando das gracias a Dios por responder a tus
oraciones aun antes de que se materialicen las respuestas, la necesidad pasa a
un segundo plano, y todo el énfasis se pone en la capacidad de Dios para
satisfacerla.
8.
Lleve un diario en el que detalles por
qué cosas oró y en qué fecha. Luego ve marcando las peticiones que Dios
responda. De vez en cuando repasa los resultados.
9.
Lleve un registro de promesas invocadas
y cumplidas. Anota qué promesas invocaste en determinada situación y repasa
la lista cuando te haga falta una inyección de fe para superar el siguiente
obstáculo.
10. Toma
decisiones basadas en la Palabra. Cuanto más aprendas a proceder según los
principios y promesas de la Biblia, más experimentarás Su poder, lo
que a su vez te dará más fe para cuando le presentes otras necesidades en
oración.
11. Da testimonio
del poder de Dios.
Contando cómo él te ha ayudado fortalecerás tu fe y la de todos los que te
oigan.
Diario de Oración
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Petición Fecha
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Promesa Bíblica
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Respuesta Fecha
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