05 junio 2014

Palabras de compromiso de un joven pastor de Zimbawe, Africa


Soy parte de la comunidad de los redimidos, tengo el poder del Espíritu Santo. La sangre ha sido vertida, estoy sobre el filo de la línea, la decisión está hecha, soy discípulo de Cristo. No quiero mirar atrás, no pienso rendirme, no quiero aflojar, volver atrás peor detenerme nunca.

Mi pasado es redimido, mi presente tiene sentido cabal, mi futuro está asegurado. Se acabó una forma baja de vivir, el caminar por señales, el de tener planes cortos, el de poseer rodilla suaves, el de tener sueños fantásticos, y visiones limitadas, el caminar y vivir mundanalmente, el ser dador de las sobras y tener metas muy pequeñas.

Ya no necesito preeminencias, prosperidad, posición, propaganda, aplausos o popularidad. Ya no tengo que ser primero, importante, reconocido, elogiado, recompensado o condecorado. Ahora vivo por fe, confiado en la guianza divina, caminando con paciencia, sostenido por la oración, trabajando con poder.
Mi rostro esta fijo en la meta, mis pasos rápidos para alcanzar, pues mi meta es el cielo. Sé que mi senda es angosta, mi camino es áspero, mis acompañantes son pocos, mi guía es tan confiable, mi misión es bien clara. No puedo ser comprado ni manipulado, deteriorado o seducido, no puedo volver atrás, ni engañar, peor retrasar.

No voy ha retroceder frente el sacrificio, ni vacilar frente la adversidad, nunca negociar sobre la mesa con el enemigo, no voy ha ser llevado por el río de la popularidad, ni vagar por el laberinto de la mediocridad. No voy ha rendirme, pero callarme, voy ha seguir haciendo hasta que no pueda pararme, hasta cuando ya no pueda auto proveerme, hasta cuando ya no pueda orar o pagar a alguien para que haga todo esto por causa de Cristo, porque soy discípulo de Jesús.
Es mi deber hasta que el venga, dar hasta agotar todo, predicar hasta que todos conozcan y predicar hasta que el me detenga y cuando el venga por los suyos, entonces Él no tendrá problema alguno en reconocerme y condecorarme pues mi bandera es clara. 

Este documento fue escrito por un pastor de Zimbawe y colocado en su pared, era un compromiso que el se hizo delante de Dios. ¡Interesante cierto! Espero que todos podamos comprometernos con Dios y hacer este tipo de compromisos con Él.

Fuente : Internet

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