¿Ha escuchado decir que los cristianos debemos tener piel de anta? Yo si, he escuchado, pero no entendía la magnitud de la similitud de este dicho a mi vidas como líder eclesial. En otras palabras ser cuerudos, eso es lo que debemos ser en ocasiones, los que servimos a Dios, porque hay muchos sin sabores, desavenencias, críticas, de la gente hacia los pastores, y líderes que son sievos de Dios.
En una ocasión llegando a mi lugar de trabajo, como no conocía mucho a los asistentes de la iglesia, llegaba donde una familia que me brindaba un espacio para descansar, comida, haciendo lo posible para que yo me sintiera a gusto, bueno eso me parecía. Sin embargo la señora de la casa, me contaba en repetidas ocasiones la manera como ellos habían ayudado a los pastores, y siempre les invitaban a comer "porque si ellos no lo hacían, los pastores no comían" .
Llegué a pensar que eso era cierto, pero cuando fui conociendo al grupo, constaté, que los otros hermanos también podían ser amables y serviciales, no solamente esta señora, cuando compartí con alguien sobre esto me dijo "yo, de haber sido usted, rápido me hubiera ido de allí", le dije: No, no lo hice porque como líder cristiana debo tener piel de anta. Y es cierto, siempre volví a ese lugar, con la esperanza de que la actitud de esta hermana algún día cambiaría, y en lugar de quejarse llegara a sentir gratitud por la oportunidad de servir a otros miembro de la familia de Dios.
Y así, pienso que debe ser nuestra actitud, debemos tener "piel de anta", es decir tener una piel gruesa, cierto, para soportar, las quejas, críticas que nuestros hermanos hacen hacia nosotros. Porque, si deseamos ser una influencia positiva debemos aprender a convivir con las personas a las cuales queremos influenciar, y la única manera para conocerlas es conviviendo con ellos. Si yo me alejaba de esta familia, por delicadeza, jamás la hubiera llegado a conocer, y no habría tenido la oportunidad de ayudar en oración, como lo pude hacer en estos viajes.
Estimados líderes, les insto a seguir adelante, involucrándose con sus discípulos, como buenos discipuladores, no huyan a la primera critica o queja, no se molesten por lo que les dicen, sino mas bien, demuestren aprecio a pesar de las malas actitudes que ellos muestran, vean a las personas con los ojos de Cristo.
Si anhelamos ser de bendición a otros, debemos tener la mirada puesta en Jesucristo nuestro maestro, fijándonos como refutó a las criticas y miramientos, sin ponerse a un lado, sino mostrando la verdad en amor. Y se puso en la brecha, soportando los vicisitudes y vituperios, para darnos a conocer el amor de Dios hacia nosotros. El soportó calumnia, burla, maltrato, azote, escupitajos, acusaciones, muchas cosas malas, pero no se quejó, fue a una muerte de cruz y en lugar de reclamar al Padre, dijo: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen"; que grande enseñanzas nos dio El Señor Jesús, de esa manera ganó y enseñó a sus discípulos como debemos ser como líderes cristianos.
Estimado líder, no se desanime, siga adelante trabajando en la obra del Señor, aunque hablen para usted, aunque le critiquen por no saber hacer tal o cual cosa. Usted siga, con la mirada puesta en Dios, y continúe cumpliendo el propósito de Dios en su vida, como dice en Hebreos 12:2 "Puesto los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él, sufrió la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
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