13 marzo 2025

Verdades a medias sobre la sanidad

NUEVE VERDADES A MEDIAS ACERCA DE LA SANIDAD. (1) (De William C. Moore, en ETERNITY, mayo de 1983, pp36-38.)

¿La sanidad divina? Algunos la rechazan, otros la aceptan totalmente, y todos argumentan su posición con coraje y convicción, pero, ¿la verdad de Dios? Las premisas:
1, La Biblia trata primordialmente de nuestra salvación y renovación espiritual. Cristo vino para salvar, no a los enfermos, sino a los perdidos.
2, Dios sana físicamente hoy. Le interesa nuestro bien físico --Mateo 6:26ss. Dios usa varios medios: 1, Una renovación espiritual nos puede dar nueva vitalidad física. 2, El amor de Dios nos infunde un sentido de valor, un propósito para la vida. 3, La confesión de pecados, sobre todo los relacionados con el cuerpo --Stgo 5:14-16. 4, Un enfoque mental en las cosas positivas --Filipenses 4:6-8. 5, El amor y el apoyo de los líderes de iglesia que nos conocen --Santiago 5:14-16. 6, Una buena nutrición, el ejercicio y el reposo adecuados --Elías, I Reyes 19. 7, Respuestas o reacciones "bíblicas" a los fuertes sentimientos de enojo, amargura, preocupación, desaliento y depresión. 8, Los mejores recursos médicos y medicinales. 9, La sanidad milagrosa (dramática e impresiva, sobre todo para los que más viven por su vista que por la fe --I Corintios 1:22-27.

Las 9 verdades a medias acerca de la sanidad que producen confusión: 1. Dios quiere que todo cristiano siempre esté sano. Tu malestar demuestra que estás fuera de su perfecta voluntad.

Respuesta: En un sentido general, Dios quiere que maduremos, nos casemos, tengamos hijos, nos ganemos la vida y tengamos salud... pero su voluntad específica puede incluir lo contrario. 2 Cor.12:7-10, I Tim.5:23, 2 Tim.4:20, Fil.2:26,27 --Pablo, Timoteo, Trófimo y Epafrodito tenían problemas físicos sin sanidad, y sin indicación alguna de estar fuera de la voluntad de Dios.

2. El pecado es la raíz, la causa de toda enfermedad. Igual como resistes el pecado, resiste también la enfermedad y sanarás o seguirás sano.

Respuesta: El pecado es la raíz de toda imperfección --egoísmo, injusticia, retraso mental, decadencia, muerte... pero esto no es cosa de nuestros actos, sino de la rebelión desde Adán contra Dios.

2-1, En el cuerpo caído, somos vulnerables a las enfermedades --2 Cor.4:7-18. 2-2, Santiago 5:15 trata del comportamiento pecaminoso que produce enfermedad como una excepción (las enfermedades psicosomáticas, psicogénicas). 2-3, No confundamos el pecado (un fracaso moral) con la enfermedad (una malfunción física sobre la cual no tenemos un control inicial).

3. Ya que Cristo murió por tu enfermedad y pecado, puedes ser libre de ambos.

Respuesta: La muerte de Jesucristo es la base objetiva de nuestra redención total --de espíritu y de cuerpo, sin garantizar la renovación física aquí y ahora. 3-1, Se va renovando el espíritu, pero el cuerpo recién en la segunda venida de Cristo se redimirá totalmente --Romanos 8:23, I Cor.15:42-54. 3-2, I Pedro 2_24 confirma que Isaías 53:5 ("por su llaga fuimos curados") trata de la sanidad espiritual y el perdón de pecados. Mateo 8:16,17 indica que no la muerte expiatoria, sino la obra sanadora de Cristo cumplió Isa.53:5. Puede tener otros cumplimientos, de acuerdo.)

4. Si tuvieras suficiente fe, ibas a sanar.

Respuesta: Es verdad que algunos en su enfermedad no buscan con fe a Dios. El rey Asa fue un ejemplo --2 Crónicas 16:12. 4-1, La Biblia jamás enfoca la cantidad o profundidad de nuestra fe, sino su objeto. Aunque sea poca, pero la fe puesta en Dios puede mucho --Mateo 17:20. 4-2, Una verdadera fe no es cosa de torcerle el brazo a Dios ni manipularlo, sino un reposo en su voluntad y adecuacia para nuestras necesidades. No socavemos la soberanía de Dios ni distorcionemos el significado de la fe.

5. Hablando, determinas: habla enfermedad y te enfermas, habla salud y sanas. Respuesta: Fil.4:8 y Efes.4:29 instan al pensamiento positivo para sanidad. Igual insta la psicología popular, pero sólo en Dios los dichos son hechos. Imaginarnos esa capacidad nos lleva al engaño, al miedo supersticioso y a la ilusión.

6. Toda adversidad es del enemigo (Satanás). Repréndela y la vencerás. Respuesta: ¡Cuidado de no tomar la mitad equivocada de una verdad a medias! 6-1, En parte, nuestros problemas vienen de Satán y los demonios, pero achacar todo malestar y prueba a los demonios es tergiversar la Biblia. Entrar en el reposo de Dios significa luchar contra problemas y vencerlos --Josué todo y Heb.4:1-11. 6-2, Dios a menudo usa las pruebas, problemas y aflicciones para enseñar y formarnos -- Juan 9:3, Rom.5:3, Heb.5:8 y 12:11, Santiago 1:2-5.

7. Si conoceras la verdad secreta de la sanidad divina, ibas a sanar.

Respuesta: 7-1, ¿Dónde da la Biblia una fórmula para la sanidad física? El verdadero misterio está en el que podemos tener abundancia de vida en Cristo --Jn.10:9,10. Una comprensión profunda de la Biblia nunca cambia el que Dios en su plan soberano, permite enfermedades y sufrimientos. 7-2, Dios sana cuando Él quiere --un kairos (el caso de Epafrodito --Fil.2:27).

8. Por Cristo recibimos la bendición de Abraham, protección de toda enfermedad. Respuesta: 8-1, No liguemos lo que Dios nunca juntó. Deut.28 promete protección de enfermedad para los israelitas obedientes, entrando en la tierra prometida. 8-2, En Cristo heredamos las bendiciones prometidas a Abraham, pero Gálatas no habla nada de sanidad alguna. No distorcionemos su mensaje --Gal.3:6-9 y 16-18.

9. Cristo y los apóstoles sanaban, y otros hoy también pueden sanar. Respuesta: Lógico, pues Dios no cambia, aunque sus modos de tratarnos cambian bastante. Lo que Dios hizo por otro, puede que lo haga por nosotros, puede que no. Ningún caso se hace regla para todos. La presunción reclama a Dios lo que hizo por otro. La fe reclama lo que Dios ha prometido hacer por todos sus hijos.

¿Nuestra respuesta a la enfermedad?

1, No con rabia contra Dios, para luego en algún extremo pedirle algo mágico. 2, Tampoco con un fanatismo de buscar una magia contra "ataques satánicos", pueda o no ayudarnos la medicina. 3, Respondamos 1, en oración, confiando en Dios. 2, pidiendo la oración de otros cristianos, 3, buscando los mejores recursos médicos disponibles. 4, Pediremos la unción, consejo y oración de los líderes de la iglesia, después de confesar nuestros pecados (para sanar de enfermedades psicogénicas) --Santiago 5:14-16. Dios aun hoy sana las enfermedades físicas, a veces por un milagro, a veces por otros medios. A veces sana al instante, a veces a través de un tiempo prolongado. A veces sanará recién cuando nos dé cuerpos nuevos, cuando Cristo venga.

UN CIRUJANO EXAMINA LA SANIDAD DIVINA. (1) (Paul Brand con Philip Yancey, en Christianity Today, Nov.25, 1983, pp14-21. Brand fue evangélico y el leprólogo más destacado del mundo.)

Para restaurar algo las manos deformes de un leproso, se requieren dos o 3 años de cirugías exitosas y una rehabilitación gradual. Nunca he visito una regeneración instantánea de un solo dedo, cosa que algunos sanadores prometen.

Por cierto, los mismos tienen una gran ventaja sobre los médicos, pues si fallamos, el paciente nos puede meter juicio y a la casa farmacéutica también. El sanador tan sólo culpa al enfermo, diciendo, "Tu fe sólo determina el éxito..." 1, ¿Será verdad que "la confesión trae posesión" (de sanidad)? 2, ¿La sanidad siempre es asequible a todo creyente?

La sencilla observación demuestra que Dios no siempre interviene en la sanidad física, pero no es tan evidente en otros tipos de sanidad. ¿Interviene acaso Dios directamente? ¿Qué trae tal milagro? ¿Por qué sana a algunos y no a otros? Tengo que responder, hablando de los aspectos físico, mental y espiritual del asunto, sin hacer división entre ellos. El Espíritu Santo obrando en nuestro espíritu, afecta la mente y el cuerpo.

Sanidad interior: La veo todos los días. Casi todos acuden al médico por su sanidad, no por la enfermedad. Es decir, los síntomas que alarman son demostraciones del cuerpo sanándose ya: 1, el pus, 2, la fiebre, 3, el vómito, 4, los huesos juntados, cimentándose con calcio, 5, los tejidos cortados retejiéndose con células nuevas. (Mi esposa es oftalmóloga y llama estos procesos "milagros infraestructurados".) C.S. Lewis en su libro Milagros los identifica, no como contradicciones de la "naturaleza", sino apresu-ramientos de los procesos ordinarios. Normalmente, Dios NO interviene en el nivel o aspecto físico. Más bien deja realizarse su diseño y providencia.

¿Excepciones? Claro, y por lo mismo hago este escrito. Estamos sujetos a abusos y el impacto dañino de las circunstancias, pero estos también siguen ciertos patrones. (Un ejemplo son los defectos congénitos, que hoy día a menudo ya los predecimos.) En la mayoría de los sufrimientos humanos, la cuidadosa investigación halla una causa y efecto básicos.

Una cosa me intriga: ¿Por qué los cristianos tan difícilmente aceptan la regularidad de las "leyes" de la salud y medicina? Es verdad que Dios dio comida en el desierto a los israelitas, pero no por ello rechazamos las fuentes naturales de comida para esperar siempre un alimento milagroso. Tomamos por sentado el ciclo del tiempo --sol, viento, lluvia... Por lo mismo no sembramos en el desierto (Sahara), pidiendo a Dios que mande lluvia allí. Pero respecto a la salud, nos las peleamos con Dios, queriendo que cada vez intervenga y contra-mande sus "leyes" para nuestra salud.

Sí que Cristo contradijo la "ley" natural para resucitar a Lázaro, y Dios puede hacerlo, pero tales hechos son señales excepcionales en momentos extraordinarios de la historia (de Dios relacionándose con nosotros). Por ejemplo, hubo muchos para el Éxodo, en el tiempo de Elías y Eliseo, y en los días de Jesucristo (la Encarnación).

¿Las características del ministerio sanador de Jesús? Siete veces Jesús mandó NO decirle nada a nadie de la sanidad hecha. No quería que se confundiese la fe verdadera con una histeria general acerca de los milagros. Para Cristo, pedir una señal o milagro sólo para ver uno, era rasgo de una gente malvada e infiel o adúltera --Mateo 12:38,39 y 16:1-4.

El estilo de Jesús contrasta marcadamente con las exhibiciones modernas de algunos sanadores con mucha propaganda, ambiente dramático, gestos estrafalarios y música de fondo. Jesucristo se parece más a un médico atento, pues cambiaba su trato según la aflicción de cada uno.

Sinceramente, entre los miles de leprosos, pacientes míos, nunca he visto a un tan solo caso de intervención sobrenatural al nivel orgánico. Muchos han sanado, pero siempre de acuerdo con la fisiología. Se dan fenómenos inexplicables, remisiones espontáneas de cáncer, pero entre creyentes y no creyentes, con oración y sin ella (y estos son una ínfima fracción del total). Raro es el milagro en el hecho orgánico incontrovertible --ojo o piernas que faltan... La sanidad normalmente opera en los niveles mental y espiritual. Se ignoran sanidades milagrosas de cáncer pancreático, fibrosis quístico, amputación, o defecto congénito mayor.

1, Poderes de la mente: la medicina y la psicología reconocen la sanidad en ciertos grupos de malestares nombrados "psicosomáticos" (mente sobre cuerpo), tales como la neuroastenia, bursitis, artritis, cojera, sordera, alergias, jaquecas. La sanidad no es tanto por milagro, sino por auto-sugestión. Pero es sanidad por el poder de la mente sobre el cuerpo. 1. La mente controla el dolor 1, por una disciplina mental, 2, por distracción ruidosa, o 3, por sensaciones adicionales como de la acupuntura. (Ejemplo, los fákires.)

2. El efecto de placebos: la fe en las tabletas, sin saber que sólo son de azúcar, estimula la mente a controlar el dolor o a efectuar una sanidad. El placebo engaña el cuerpo para creer que hay auxilio, y el cuerpo responde.

3. Por "retro-alimentación" biológica la gente se capacita para dirigir procesos fisiológicos que antes se creían involuntarios, tales como la presión de la sangre, el pulso y la temperatura del cuerpo.

4. La muerte vudú se produce en los que creen que el brujo o shaman tiene poder para matarlos. Pierden la voluntad de vivir, se les baja la presión de la sangre, no quieren comer y en pocas horas mueren. (Un suero intravenoso o una comida por la boca basta para que no mueran.)

5. Bajo hipnosis un 20 por ciento de los pacientes pueden perder todo sentido de dolor para ser operados sin anestesia, o pueden hacerse perder las verrugas.

6. En un embarazo falso, la mujer tiene mayor flujo hormonal, crecen sus pechos, ya no tiene regla mensual, se enferma y aun sufre dolores de parto --¡todo sin fertilización y sin niño adentro!

Se han descubierto en el cerebro las "endomorfinas", neurotransmisores químicos, más de cien veces más potentes que la morfina para amortiguar el dolor.

El stress o la tensión del desempleo y la recién viudez nos hace más susceptibles a la enfermedad. Los que toman su siesta diaria parecen cultivar un control del stress que les aporta una mejor salud. La mente puede mucho, pero entre mormones e hindúes igual-mente, y aun entre secularistas como Norman Cousins quien se curó con la risa de algo que lo invalidaba.

La mente tiene mil modos de hacernos daño, ya sea por comsumir tabaco y alcohol, la pobre nutrición, o el lujo de actitudes tales como el miedo, la ira reprimida, el sentirnos solos, indefensos, incapaces, o inferiores.

El Espíritu de Cristo en nosotros también puede dirigir la sanidad por la mente: Rom.12:2, Seamos transformados por la renovación de nuestro entendimiento. Tenemos la potencial de un contacto directo con nuestro Creador, y su Espíritu en nosotros puede impactarnos dramáticamente para salud. La gratitud, una paz interior, el amor, la esperanza, el apoyo de los amigos, y el gozo pueden impactar más que las inyecciones. Se constituyen las leyes de Levítico y algunos pasajes del Nuevo Testamento en fórmulas para el bienestar físico (Véanse Fil.4:7,8, Gal.5:22,23, etc.)

Nada mejor que el fruto del Espíritu Santo. La sanidad por el Espíritu Santo, mediante nuestras facultades mentales NO es inferior a una intervención directa, milagrosa de Dios, para sanidad. El Espíritu Santo usa la mente, los nervios y los sistemas hormonales para realizar su obra.

Al orar por los enfermos y otros que sufren, 1, alabemos a Dios por los agentes físicos que ha puesto en el cuerpo para sanidad. 2, Pidamos la gracia de Dios para que la persona aproveche estos recursos a lo sumo. 3, Pongamos las manos con fe, amor, esperanza y consuelo en el enfermo. Así se efectúan sanidades increíbles --todo al enfocar las capacidades físicas, mentales, espirituales y las de la comunidad cristiana.

Cuando no hay milagro: Poca importancia se da a los casi 25 milagros de sanidad hechos por Jesús y reportados en los evangelios. Mucho más se habla de sus energías dadas para combatir las "enfermedades" del alma --la lujuria, el orgullo, el legalismo y la hipocresía. ¿Por qué nuestra obsesión casi pagana con el cuerpo físico, cuando Jesús dio mucho más atención a tales actitudes y sentimientos de la persona interior?

Cuando la enfermedad física es terminal, o la parálisis o cicatriz es permanente, ¿qué? Puede haber una sanidad del alma. Lo he visto vez tras vez en los leprosos, cuya cara jamás responderá a la mejor cirugía plástica. Pero la transformación que Cristo hace produce en ellos unos gigantes espirituales. O también el caso de Joni Earickson Tada, inválida y de bendición para millones. O el caso de la Sra. de Savararyan con un cáncer final. Rechazó toda droga y la quimoterapia para vivir plenamente despierta, consciente durante sus últimos días y meses. Según aumentaba su dolor, crecían su paz, serenidad y fuerza espiritual para bendición de muchas personas.

SANIDAD POR FE... de Rodney Clapp, Christianity Today, Dic.16, 1983, pp12-17.

Un concepto equilibrado de la sanidad: 1, Es racional, no racionalista.

2, Es realista, sin fórmulas absolutas. No garantiza. No presume de conocer la voluntad soberana de Dios, pero da esperanza al enfermo.

3, Es sin fórmulas. Hay sanidad con fe, y sin fe. Hay por los que hablan lenguas, y por los que no las hablan. Hay mediante la oración, y también sin oración.

4, Aprovecha todos los medios, pues su meta es la sanidad. Se vale del pastor, del médico, de los compuestos químicos, el aceite de unción, la imposición de manos y la oración. Fe y tecnología, oración y medicina.

5, No pretende que se eliminará todo sufrimiento. Acepta la realidad del sufrimiento. 6, Casi siempre se da en medio de una comunidad de apoyo, empatía, compasión, cariño...

SIETE SEÑALES SABIAS. (1) p15 Ideas tomadas de Stephen T. Hoke, ETERNITY, "Directions '86", ppd4-10.

(Algunos dicen que esperan que Dios los guíe. Eso pareciera espiritual, pero tal inacción pasiva es un tapujo de la inmadurez, modo inadecuado para tomar deci-siones. Decisiones "cristianas" involucran libertad y riesgo.)

1, Obedezcamos la Biblia en las áreas que trata (sus mandatos y prohibiciones). 2, En las áreas que no da ningún mandato, somos libres y responsables. (A veces nos da pautas o principios tales como en I Cor.10:23,24 y 31 y en Col.2:16,17. Con el recorrer de los años, se hace más larga esta lista de pautas.)

Ex.3:14 y 4:10-12, Isa.57:15, Dios no es indiferente ni distante, sino que activamente está con nosotros para ayudarnos. Nuestra tarea (difícil), es de traducir nuestra confianza en Dios en un proceder práctico de tomar decisiones sabias. Presentamos ahora siete señales sabias, ayudas para tomar decisiones sensatas. Al final hay una "hoja de balance" para pesar los puntos a favor y otros en contra. Es un esquema, una muestra de cómo analizar los varios factores, para decisiones prudentes.

1. El sentido común: Dios nos ha dado una capacidad natural para tomar juicios sanos, basados en los hechos. Siempre que el sentido común armoniza con la voluntad de Dios, expresada en la Biblia. Unos ejemplos:

1, La escuela: uno pesa la calidad de los profesores, las carreras, la infraestructura, el costo, etc. para decidirse...

2, El empleo: uno mide sus capacidades, experiencias, dones, modo preferido de trabajar con otros, su ambiente físico y social preferido... (Anota los datos a favor y en contra, de tu sentido común en la hoja de balance.)



2. Consejeros (espirituales): otros cristianos más maduros en el Cuerpo de Cristo,

preferiblemente quienes te conocen bien. (Tus padres a menudo tienen on consejo sabio, aunque por conocerte más de cerca, su conclusión respecto al qué hacer choque con el consejo de otros. Escucha el por qué de su preocupación.) Los consejeros pueden darte otra perspectiva, descubriendo tu "punto ciego".

(Apunta sus comentarios en la hoja de balance, para comparación y reflexión.)



3. Tus deseos personales: Salmo 37:3-6, Si tienes tu gusto en el Señor Dios, Él te dará los
deseos de tu "corazón". Madurando, tus deseos y motivos se aproximarán más a los de Dios. Nuestros deseos jamás son autoritativos. Tenemos que sujetarlos a la palabra de Dios.
(Anota tus deseos en la hoja de balance, a favor y en contra de esa decisión.)

4. Circunstancias: ingredientes vitales. Analiza la situación (tiempo, costo, recursos personales, viajes...) Discierne las consecuencias sutiles de tal o cual decisión. La idea en "blanco y negro" acaso evite una decisión emocional o prevenga que seas víctima de tus tendencias impulsivas.
No busques entre las circunstancias una clave dada por Dios. Más bien, toma las circunstancias como piezas de tu realidad, valiosas para tomar un rumbo indicado.

5. La Biblia como palabra de Dios: La voluntad moral de Dios tal como está en la Biblia es objetiva, completa y adecuada. Dios ya ha dicho todo lo que va a decir acerca de cómo tomar nuestras decisiones. No obstante, no dice siempre qué decidir en cada situación. Es nuestra responsabilidad y privilegio entender y proseguir a decidirnos. OJO: impresiones internas pueden venir de Dios, del enemigo, experiencias pasadas, de deseos carnales, la inmadurez, indigestión o insomnio. ¡Cuidado! En la Biblia, busca principios o pautas y modelos --I Cor.10:23, 24 y 31. Unos ejemplos: 1, pareja: la Biblia dice varias veces que sea una persona creyente, piadosa. 2, economía: sea de acuerdo con los valores dados en el Sermón del Monte.

3,

4,

5,

6. La oración: En oración libramos la batalla de las decisiones. Nos comunicamos con Dios, para discernir su mente y recibir su guianza.

Nos sirve anotar por escrito nuestros pensamientos y los comentarios de otros. Da rumbo y meta a nuestras oraciones. También ayuda a identificar las áreas en las cuales aún nos falta información.



7. El repaso de los resultados de decisiones previas (propias y ajenas).

Ejemplo: ¿Qué te gustó en ese colegio? ¿Qué aprendiste en ese campamento? Rom. 8:28, Dios obra en cada decisión de los que le amamos, los que tenemos un compromiso con Él. Dios se compromete a obrar para conformarnos a la imagen o persona de Jesucristo.



1. En resumen, en el cuadro siguiente, llena las 7 señales sabias, lo positivo y lo negativo. Luego, ora respecto a los datos e informaciones anotados.

2. ¿Has pasado un tiempo adecuado, considerando otras fuentes de información?

3. ¿Valoras un factor demasiado en relación con otros? (Es común que la juventud se apoye demasiado en el consejo de un amigo íntimo, a expensas de la oración, los deseos personales o el sentido común. En cambio, otros tienden a pensar que la respuesta les vendrá misteriosamente, sólo en oración.)

Las siete (7) señales en combinación dan un equilibrio bíblico. Las 7 no apuntan a la perfecta voluntad de Dios, sino que son fuentes y recursos para adquirir sabiduría. Por lo general, la lista (a favor, o en contra) con el mayor número de datos, o con las razones más fuertes, indicará claramente si tal o cual decisión es sabia o no.

(En la página siguiente, tienes una muestra, una 'hoja de balance' para tu uso.)

p17 SIETE SEÑALES SABIOS (3). Una muestra de una "hoja de balance" para reunir datos, razones e informaciónes para tomar una y otra decisión sabia.

Fecha ahora: ________________ Fecha tope de mi decisión: ________________ Descripción de la decisión a tomarse:

Fuente: Estudio/carta del Misionero Lester Finkenbinder

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