¿Qué quiero ser? ¿qué debo hacer con mi vida? ¿Cuáles
son mis metas, mis anhelos, mis sueños con el futuro?
Respuestas: Dios es tu punto de partida, tu creador: Existes tan
solo porque él desea que existas. Fuiste creado por Dios y para Dios y hasta
que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido. Sólo en el encontramos
nuestro origen, nuestra identidad, nuestro sentido, nuestro propósito, nuestro
significado y nuestro destino.
Hay muchos consejos de autoayuda tales como: “Piensa
en tus sueños, Defina tus valores, Trázate metas, Averigua cuál es tu fuerte,
Apunta a la cima, Alcánzala, Sé disciplinado, Cree en ti mismo para lograr tus
metas, Involucra a otros, Nunca te des por vencido.” La Biblia no dice “la autoayuda no es eficaz
en todo; El sacrificio es el camino, mi camino, para contrastarte a ti mismo a
tu verdadero yo.”
Dios
no es tan solo el punto de partida en tu vida, sino la fuente de ella. Debes ir
a la Palabra de Dios, no a la sabiduría del mundo para descubrir el propósito
de tu vida.
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay
en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos,
sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de
él y para él” (Filip. 1:16). Dios pensó en ti mucho antes que tú en él; El propósito de
tu vida es parte de un plan cósmico mucho más vasto.
No
eres un accidente
Tu
nacimiento no fue un error o infortunio, tu vida no es una casualidad de la
naturaleza. Tus padres no te planificaron, Dios lo hizo. A él no le sorprendió
tu nacimiento. Es más, lo estaba esperando.
Eligió
tu raza a propósito, el color de tu piel, tu cabello y cualquier otro detalle.
Hizo tu cuerpo a la medida, tal y como él lo quería. También dispuso todos los
talentos naturales que posee y la singularidad de tu personalidad. También
decidió cuando habrías de nacer y cuánto has de vivir.
Dios
pensó de antemano en los días de tu vida, escogió tu momento exacto de nacer y
de morir. Dios planeó crearte a pesar de las circunstancias de tu nacimiento y
quienes serían tus padres. Aunque hay padres ilegítimos, no hay hijos
ilegítimos. El motivo de Dios de crearte fue su amor. Somos el centro de su
amor y lo más valioso de todo lo creado.
No
eres un accidente, hay un Dios que te creó para un motivo ¡Y tu vida tiene una
profunda razón de ser! Encontramos el sentido y propósito sólo cuando tomamos a
Dios como el punto de partida de nuestra vida.
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