04 diciembre 2024

La Vida desde la Perspectiva de Dios

      La manera en que vives tu vida forma tu vida. La manera en que defines tu vida determina tu destino, tu dinero, tus talentos y cómo valoras tus relaciones.

      La gente expresa a menudo la perspectiva de sus vidas en la forma de vestir, las joyas, los automóviles, los peinados, los adhesivos en los parachoques e inclusos los tatuajes.

      La vida en la tierra es una prueba: Dios prueba una y otra vez el carácter, la fe, la obediencia, el amor, la integridad y la lealtad de las personas.

      El carácter se desarrolla y manifiesta por medio de las pruebas; la vida en sí, toda es una prueba. Dios observa constantemente tu reacción con la gente, los problemas, los éxitos, los conflictos, la enfermedad, el desaliento e incluso el tiempo.

      No conocemos todas las pruebas que Dios no da, pero podemos anticipar algunas por lo que nos dice su Palabra. Serás probado mediante cambios drásticos, promesas retrasadas, pruebas difíciles, oraciones no contestadas, críticas inmerecidas e incluso tragedias sin sentido.

      Cuando entiendes que la vida es una prueba, te das cuenta que nada es insignificante para t. Aunque los percances más pequeños tienen significado para el desarrollo de tu carácter. Cada día es importante y cada segundo es una oportunidad para hacer crecer y profundizar tu carácter, para demostrar amor y depender de Dios.

      La vida en la tierra es un fideicomiso: Nuestro tiempo en la tierra, nuestro ímpetu, inteligencia, oportunidades, relaciones y recursos son todos dones que Dios nos ha confiado para cuidad y administrar. Somos mayordomos de todo lo que él nos da. La verdad es que no poseemos nada en nuestra breve estadía en la tierra.

      A fin de tu vida en la tierra serás evaluado y recompensado de acuerdo con la manera en que uses lo que Dios te confió. Esto significa todo lo que hagas, hasta las tareas más simples tienen repercusión eterna.

      Mucha gente no logra darse cuenta de que el dinero es ambas cosas, una prueba y un fideicomiso, de Dios. Dios usa las finanzas para enseñarnos a confiar en él, y para mucha gente, el dinero es una prueba más grande de todas. Dios observa cómo lo usamos para probar que tan confiable somos. Jesús dijo: “A todo el que se le ha dado mucho, se le exigirá mucho; y al que se le ha confiado mucho, se le pedirá aún más.”

Creado para Vivir por Siempre

      La vida aquí en la tierra es sólo el ensayo antes de la verdadera actuación. Estarás mucho más tiempo al otro lado de la muerte, en la eternidad que aquí. La tierra es el escenario, la escuela primaria, el ensayo para tu vida en la eternidad.

      La vida terrenal nos brinda muchas opciones, pero la eternidad sólo nos da dos: el cielo o el infierno. Tu relación con Dios en la tierra determina el tipo de relación que tendrás con él en la eternidad.

      Tus valores cambian cuando vives a la luz de la eternidad. Haces uso de tu dinero y de tu tiempo de una forma más sabía. Le das valor mucho más alto a las relaciones y al carácter que a la fama, a la fortuna o a los logros. Todo acto en esta vida toca alguna cuerda que vibrará en la eternidad.

      La Biblia afirma “Amigos este mundo no es su hogar, así que no se acomoden en él, No complazca a su ego a expensas de su alma.

Cinco beneficios de una vida con Propósito

Hay cinco grandes beneficios de vivir una vida con propósito:

      Conocer tu propósito da sentido a tu vida. Sin Dios la vida no tiene propósito y sin propósito la vida no tiene sentido. La vida sin sentido no tiene significado ni esperanza.

      Conocer tu propósito simplifica tu vida. Vivir con propósito nos lleva a un estilo de vida más sencillo y a un plan de actividades más saludables. Conocer tu propósito enfoca tu vida. Esto hace que dirijas todo tu esfuerzo y energías a lo que es más importante Te conviertes en una persona efectiva al ser selectivo.

      Conocer tu propósito estimula tu vida. El propósito siempre produce entusiasmo. No hay nada que dé tanto ímpetu como tener un propósito claro.

      Conocer tu propósito te prepara para la eternidad. Vivir para dejar un legado terrenal es una meta que revela muy poca visión. El uso más sabio de tu tiempo es que edifiques un legado eterno. No fuiste puesto en la tierra para ser recordado, sino para prepararte para la eternidad.

¿Cuál es mi propósito aquí en la tierra?

¿Qué quiero ser? ¿qué debo hacer con mi vida? ¿Cuáles son mis metas, mis anhelos, mis sueños con el futuro?

Respuestas: Dios es tu punto de partida, tu creador: Existes tan solo porque él desea que existas. Fuiste creado por Dios y para Dios y hasta que lo entiendas, tu vida no tendrá ningún sentido. Sólo en el encontramos nuestro origen, nuestra identidad, nuestro sentido, nuestro propósito, nuestro significado y nuestro destino.

Hay muchos consejos de autoayuda tales como: “Piensa en tus sueños, Defina tus valores, Trázate metas, Averigua cuál es tu fuerte, Apunta a la cima, Alcánzala, Sé disciplinado, Cree en ti mismo para lograr tus metas, Involucra a otros, Nunca te des por vencido.”  La Biblia no dice “la autoayuda no es eficaz en todo; El sacrificio es el camino, mi camino, para contrastarte a ti mismo a tu verdadero yo.”

Dios no es tan solo el punto de partida en tu vida, sino la fuente de ella. Debes ir a la Palabra de Dios, no a la sabiduría del mundo para descubrir el propósito de tu vida.

“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él” (Filip. 1:16). Dios pensó en ti mucho antes que tú en él; El propósito de tu vida es parte de un plan cósmico mucho más vasto.

No eres un accidente

Tu nacimiento no fue un error o infortunio, tu vida no es una casualidad de la naturaleza. Tus padres no te planificaron, Dios lo hizo. A él no le sorprendió tu nacimiento. Es más, lo estaba esperando.

Eligió tu raza a propósito, el color de tu piel, tu cabello y cualquier otro detalle. Hizo tu cuerpo a la medida, tal y como él lo quería. También dispuso todos los talentos naturales que posee y la singularidad de tu personalidad. También decidió cuando habrías de nacer y cuánto has de vivir.

Dios pensó de antemano en los días de tu vida, escogió tu momento exacto de nacer y de morir. Dios planeó crearte a pesar de las circunstancias de tu nacimiento y quienes serían tus padres. Aunque hay padres ilegítimos, no hay hijos ilegítimos. El motivo de Dios de crearte fue su amor. Somos el centro de su amor y lo más valioso de todo lo creado.

No eres un accidente, hay un Dios que te creó para un motivo ¡Y tu vida tiene una profunda razón de ser! Encontramos el sentido y propósito sólo cuando tomamos a Dios como el punto de partida de nuestra vida.