16 agosto 2022

Disciplina en los Hijos

Responsabilidades de los padres 

  • Cuidar de nuestros hijos. Necesitan comida ropa, casa protección de los peligros de la vida. Nosotros los padres, suplimos estas cosas. Los niños también necesitan amor, aprecio y un estímulo para crecer y desarrollarse.

  • Disciplinar a nuestros hijos. Prov. 22:15 “La necedad está ligada en el corazón del muchacho; más la vara de la corrección la alejará de él”. Una disciplina consistente y justa ayuda a nuestros hijos para que aprendan a auto disciplinarse, a comportarse debidamente, y a vivir seguros y contentos. Aprendiendo a obedecer a nosotros, aprender a obedecer a Dios. 

  • Enseñar a nuestros hijos. Prov. 22:6 “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él”. La instrucción que los niños necesitan  abarca todos los aspectos (cómo vestirse, cómo comportarse, cómo tratar a otras personas, cómo conocer a Dios, ect). Como madres debemos tener una visión de cómo deben ser nuestros hijos cuando lleguen a ser adultos. 

Abajo una lista de LOS FINES ESPECÍFICOS  a que estamos apuntando en criar a nuestros hijos: 

  • Una relación propia con Dios

  • Relaciones buenas con los demás.

  • Buen comportamiento

  • Autodisciplina – personas con dominio propio

  • Una buena imagen de si mismo

  • Servicio y contribución

  • Independencia


Siete necesidades del niño: Para que un individuo tenga posibilidades de realización, requiere que cuando es niño, se suplan ciertas necesidades elementales. 

  • Necesitan sentirse importantes

  • Necesitan seguridad

  • Necesitan ser aceptados 

  • Necesitan ser alabados

  • Necesitan a Dios


  • Necesitan Amor: Necesita ternura, amor profundo y sincero, especialmente en los primeros años de su existencia y en cualquier circunstancia. Pero el amor no debe llevar a la sobreprotección para no ocasionar desajustes psicológicos, que afectaran su personalidad adulta. Este amor debe ser incondicional, significa que debe estar libre de condiciones como “si te portas bien”, si eres responsable, o porque te esfuerzas, porque eres amable, te daré esto o aquello. Cuando los hijos son amados incondicionalmente, su autovaloración es alta y es la causa del. 


Cuando se cultiva el amor incondicional en el matrimonio, a los niños les va bien aunque no se hagan grandes esfuerzos para educarlos”, la unión conyugal es la mejor educación.

Ojo: “Desatender a la pareja por atender a los niños es un veneno lento pero seguro que terminará por intoxicar a todos”. 


  • Necesitan Disciplina: La disciplina es el marco de referencia en la cual el niño o cualquier grupo social se desarrolla sanamente y con seguridad; pero a la vez estableces las zonas de peligro y sus consecuencias.

La disciplina nos señala que se debe hacer, CÓMO se debe hacer, CUANDO se lo debe hacer y el POR QUE se deben hacer. Nos señala las bondades y los peligros de hacer o no hacer lo establecido.

La disciplina debe empezar temprano (Prov. 13:24), tanto en la edad como en el tiempo en que se comente la falta. Cuando el niño tiene capacidad para enojarse y resistir la autoridad, ya está en edad de recibir la corrección (Prov. 22:6).


El castigo dentro de la disciplina debe ser sano, justo y dignificante. Se deben evitar los abusos. Algunos padres desahogan sus frustraciones en sus hijos con castigos desproporcionados e inadecuados, dañando física y psicológicamente a sus hijos  (Prov. 19:18). 


La disciplina, para ser efectiva y aceptada, necesita la autoridad moral, espiritual y social del que la administra. 


Pasos en la disciplina de los hijos;

  1. Imparta de manera clara y precisa sus instrucciones.

  2. Ordene al niño lo que está de acuerdo con su edad y sus posibilidades

  3. Si obedece, agradézcale, felicítelo y anímelo.

  4. Si desobedece, no pierda la calma, ni grite; si hace esto, se debilitará su autoridad. No se rinda, Insista hasta que el niño obedezca.

  5. Debe corregir o castigar inmediatamente haya cometido la falta. El niño debe saber exactamente por qué se lo está castigando.

  6. Mejor es la vara (Prov. 22:15), que las palabras hirientes o insultos crueles.

  7. Mejor es empezar con la rienda corta y firme y aflojar después, que querer enderezar  lo torcido

  • Las normas de disciplina delimitan la única área confiable sobra la que puede edificarse la torre del éxito familiar y personal.

  • Las normas de disciplina son vitales en la familia, pero deben ser claras, precisas y permanentes. Es recomendable escribirlas en forma clara y colocarlas en un lugar visible para todos.

  • Esto es como determinar clara y públicamente el camino que se va a seguir 


Los padres son los responsables de establecer las reglas, pero los hijos deben entenderlas y ser convencidos de que son para el bien de todos al punto de que lo hagan de buena gana. Ellos pueden opinar, criticar, pero son los padres los legisladores.


Para evitar los abusos de parte de los padres y rebeldía de parte de los hijos, es bueno tomar en cuenta los elementos importantísimos de la disciplina: 


  1. El respeto. Es una línea imaginaria trazada de mutuo acuerdo entre dos personas, un límite que nadie debe pasar por ejemplo: 

    1. La prohibición absoluta de burlarse de los demás 

    2. Evitar las frases hirientes y definitivas (cállate, no seas tonto, te creí más listo, está loco, te faltan sesos, siempre, nunca, jamás, etc


  1. La unión. Fortalece. Es compartir los momentos importantes y los intrascendentes. Salir juntos, trabajar juntos, comer juntos, estudiar juntos, jugar juntos, adorar a Dios juntos.

  2. La prosperidad. Esto se refiere al hecho que todos deben trabajar y esforzarse para la superación con la cual llega la prosperidad. Tienen que ver con los hábitos que harán de los hijos hombres y mujeres exitosas o fracasados.

    1. Si o si deben estudiar, y deben ser buenos o excelentes estudiantes. No hay excusas para exigir menos.

    2. Deben cumplir con una responsabilidad doméstica

    3. Mantendrán arregladas sus cosas personales.

    4. Aprenderán a gastar lo indispensable y ahorrar.



Ordenanzas Bíblicas para ejercer una mejor disciplina: “Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor”. Efesios 6:4

Manera de provocar la ira de los hijos:

  1. Cuando somos injustos: Cuando castigamos a culpables e inocentes, cuando nos equivocamos y no reconocemos nuestros errores ni pedimos perdón. Cuando hay favoritismo.

  2. Cuando prometemos y no cumplimos.

  3. Cuando los insultamos o lo comparamos con otros.

  4. Cuando no respetamos sus ideas sentimientos y deseos. Cuando nos burlamos de ellos y no somos consistentes en nuestras decisiones.

  5. Cuando por negligencia o por algún otro motivo (vicios) dejamos de proveer sus necesidades básicas físicas y de afecto.



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