Dios
diseñó un contexto para disfrutar del sexo. Este contexto es el matrimonio
entre un hombre y una mujer. La cultura contemporánea en todo el mundo ha
descartado estos significados del sexo. ¿Deberían los cristianos ver esto como
irrelevante o esto nos muestra que hemos olvidado principios importantes?
Razones
Prácticas
Desde
un punto práctico encontramos muchas ventajas al seguir los consejos bíblicos
sobre el sexo. La primera ventaja es que nos protegemos de enfermedades
trasmitidas sexualmente. Esto significa mucho en varios países en donde el SIDA
es la principal causa de mortandad y afectación en la economía. Otra ventaja es
que nos protege de un embarazo no deseado fuera del matrimonio.
Esperar las relaciones sexuales hasta el matrimonio, protege de la dolorosa
comparación entre las diversas parejas con las que se ha tenido relaciones
sexuales. Esto incluye algunas situaciones en donde solo una persona de la
pareja está realmente enamorado/a y la otra persona solo está interesado/a en
tener un orgasmo.
Evita volverse adictos a los deseos sexuales. Alguna vez alguien menciono que
nuestros deseos sexuales tienen la potencia de un motor de Ferrari y los frenos
de una bicicleta. Si decidimos alimentar y dar placer a nuestros deseos
sexuales, será cada vez más difícil permanecer fiel en nuestro matrimonio,
añadiendo toda la agonía emocional que nos da la infidelidad. Las estadísticas
sobre el divorcio reflejan las consecuencias de nuestros valores sexuales.
Razones
Ideológicas
Las
razones prácticas por si solas no son suficientemente convincentes para
entender mejor los consejos bíblicos sobre el sexo. Así que, también hay
razones teóricas fundamentales para situar las relaciones sexuales únicamente
dentro del matrimonio. Dios no creo el sexo solo para tener orgasmos, sino para
darnos una expresión más de amor e intimidad sexual.
Tener relaciones sexuales con una persona es algo totalmente profundo y hermoso
pero puede ser totalmente devastador si se confunde el verdadero concepto de
este acto. Hay una historia sobre un hombre que demando en una corte legal a
los fabricantes de una podadora. Este hombre se lastimo una mano por intentar
cortar un arbusto y su argumento para su demanda era que en las instrucciones
no decía nada acerca de usar esta podadora con un arbusto. El sexo, de manera
similar, puede lastimar mucho sino se usa de acuerdo a las instrucciones del
fabricante.
Para entender la perspectiva de la Biblia sobre el sexo, debemos entender la
diferencia entre el amor y la lujuria. El amor honra, valora y busca lo mejor
para la otra persona; es desinteresado, sacrificado, comprometido. Por otro
lado, la lujuria usa las situaciones o personas para que se moldeen de acuerdo
a las necesidades de una persona solamente; es egoísta, se encierra en si misma
y no acepta el compromiso.
El amor y la lujuria son totalmente opuestos. Se repelen constantemente. Lo que
debemos preguntarnos es si nuestras relaciones sexuales son expresiones de amor
o lujuria: "yo quiero respetarte y valorarte entregándome completamente a
ti" o "yo quiero usarte para satisfacer mis necesidades,
especialmente para tener orgasmos". Si Dios creo el sexo como expresión de
amor, entonces la lujuria es una mentira que lastima y destruye.
La
función del matrimonio
El
matrimonio es un misterio, la unión de dos personas para convertirse en una
sola. El matrimonio no garantiza o impone el amor. Pero si se toma en serio
como un compromiso incondicional de fidelidad y credibilidad por el resto de
nuestras vidas, entenderemos la diferencia entre el amor y la fidelidad. Así
como la prueba para reconocer ácidos a través del tornasol, el matrimonio es la
prueba para saber si hay un compromiso verdadero. Pero, ¿Cómo sabemos que
realmente amamos a alguien para tener relaciones sexuales con esa persona? El
matrimonio nos da la pauta para saber si realmente queremos comprometernos con
esta persona por el resto de nuestras vidas.
El matrimonio es como una red de seguridad. Todos somos frágiles e imperfectos.
¿Cómo es que podemos estar seguro del amor de nuestra pareja con nuestros
fracasos e inseguridades? La respuesta es una vez más: compromiso. Si no hay
compromiso de por medio, entonces el amor no es legítimo y las relaciones
sexuales nos dan solamente un orgasmo en el que técnicamente no son necesarias
dos personas.
Fuente: Internet
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