06 agosto 2016

Las grandes pérdidas traen grandes lecciones

No había pensado hasta ahora, en los beneficios que nos traen las grandes pérdidas en nuestras vidas, sean estas de tipo relacional o de tipo laboral, o incluso material. En esta vida algunas veces pasamos por experiencias drásticas, como perder seres queridos, como ser esposo e hijos, sin embargo  pensándolo bien, todas estas pruebas nos enseñan a grandes lecciones como ser: 
Confiar plenamente en Dios: Confiamos en nuestro Dios cuando nos sentimos atrapados en la desesperación, el desánimo, el desaliento, y es ahí cuando acudimos a Dios para recibir fuerzas y fe para seguir confiando en El. Sin El la vida no tiene sentido, El nos ayuda a tener...
Paciencia: Durante las pruebas, nos sentimos que queremos respuestas inmediatas de parte de Dios pero eso no es posible, porque no aprenderíamos a esperar. Muchas veces como niños pequeños estamos pidiendo a Dios una solución a nuestro problema, mientras El nos dice "Espera", todavía no es tiempo. 
Sabiduría: Pedimos a Dios sabiduría para buscar solución a nuestros problemas, tomar decisiones en ausencia de conocimiento y experiencias practicas, es momento de pedir ayuda al dueño de la sabiduría, al dueño de la inteligencia, y Dios que es conocedor de nuestras falencias, nos colma de su ayuda, poniendo propósitos nuevos y dirección a nuestro actuar.

En estos días después de haber salido de la iglesia donde apoyé durante 5 cortos meses, me apegué tanto a los hermanos, donde conviví como una mas de su familia, y recibí el apoyo y aprecio de la mayoría de los hermanos, que me hicieron sentir como uno mas de ellos. Pues en verdad somos parte de la gran familia de Dios. Pero al tener que entregar la Iglesia al otro Pastor, me sentía tan triste, mi corazón no podía aceptar que ya no estaría mas allí a la dirección de este lugar. Me sentía como un niño que tiene algo que no es suyo y debe entregarlo a su dueño. Dije: "Dios mío, la iglesia es tuya, pero me apegué tanto a ella que no quiero dejarla, dame el valor, para decir hasta aquí he trabajado, ahora me toca ceder el lugar a otras personas para que dirijan y continúen la obra tuya." De nuevo estaba cómoda en una zona confortable. Y fue una etapa muy tensa y llena de grandes emociones en mi interior. Pero doy gracias al Señor, que me ayudó a poder decir "Hasta luego" a los hermanos que pude, en la iglesia y en la despedida, sabiendo que puedo volver cuando lo desee, a ese lugar tan placentero y cálido con su gente muy amable y cariñosa. 

Por eso es momento de decir "Gracias Señor por tus bondades recibidas durante este corto tiempo para mi persona y familia. Con tu ayuda y bendición he disfrutado, mas que trabajado, pues todo lo que hicimos lo hicimos con un gran amor a la obra, al trabajo de fortalecer el espíritu y el alma de los hermanos de esta amada iglesia. Gracias porque solo por tu amor mis hijos se han sostenido, siendo humildes y sensibles a tu voz de amor, y cuidado, a la dirección que solo tu pudiste darles en mi ausencia." Se cumplió tu promesa en Isaías 54:13 donde dice: Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; Y se multiplicará la Paz de tus hijos.". y cuando dice: "Ensancha tu territorio, extiende tus estacas..." ¡Vaya! Dios es maravilloso. Alabo y bendigo a ese Dios que nos da todo con su gran amor.

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