Como pastores ejerciendo el liderazgo en una iglesia, tenemos que lidiar con situaciones que nos decepcionan como persona. Duele mas cuando se trata de un colega cercano. Cuando nos damos cuenta que las verdaderas intensiones de su corazón, no están acorde a los mandatos de Dios. Es realmente triste la situación porque nos viene un gran desánimo, nuestras fuerzas se desvanecen, viene un montón de sugerencias del enemigo para hacernos desistir de nuestra meta.
Como le sucedió a Nehemías el líder que inició la reconstrucción de los muros de Jerusalen. El y sus amigos tenían que lidiar con grandes dificultades, para lograr realizar el trabajo que se habían propuesto. Vinieron los mismos hermanos de allí del lugar para inyectar desánimo en sus vidas y de esa manera hacer que ellos no logren sus propósitos. Es triste sentir la falta de gratitud por el esfuerzo realizado, la desilusión después de conocer a un hermano cuando actúa con mezquindad para dar en favor de la obra del Señor.
En estos día me he sentido así, con una desilusión de un líder que pensé que apoyaba nuestro esfuerzo pero cuando le solicitamos su apoyo, nos dio la espalda. Pero sé, que Dios es grande, fiel y dueño del oro y de la plata que provee los recursos para realizar nuestras actividades, y las lograremos a pesar de la falta de colaboración de algunos. Dios nos ayudará a realizar su voluntad, y sus planes a través de nosotros. Por esto y por mucho mas, doy gracias a nuestro Señor y dueño de nuestras vidas.
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