Una mujer sabia edifica su casa
El hogar es como una rueda y el eje o cubo de la rueda es la madre. Todo la rodea. El mundo del padre es su trabajo, el mundo de la madre gira alrededor de su hogar, “la mujer debe ser cuidadosa de su casa” Tito 2:5; Salmo 127:1: Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican. Dios usa a la mujer para edificar la casa. Prov. 14:1
El hogar es como una rueda y el eje o cubo de la rueda es la madre. Todo la rodea. El mundo del padre es su trabajo, el mundo de la madre gira alrededor de su hogar, “la mujer debe ser cuidadosa de su casa” Tito 2:5; Salmo 127:1: Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican. Dios usa a la mujer para edificar la casa. Prov. 14:1
La madre creyente
edifica su casa sobre Cristo porque ha aprendido que, “El principio de la
sabiduría es el temor (reverencia profunda) de Jehová”. Prov. 1:7. La madre que
trata de edificar su hogar sobre otro fundamento no es sabia, y lo hace en
vano. Ella será como el hombre insensato de Mt 7:26, 27 que edificó su casa
sobre la arena. La madre que no deja a Cristo reinar en su corazón, tampoco le
permitirá reinar sobre su casa. La madre egoísta es la madre que turba su casa
Dios dice: La que turba su casa heredará viento… torbellino segará. Oseas 8:7.
La mujer sabia edifica su casa sobre Cristo por medio de la oración.
Así como Moisés fue
criado por la verdadera madre por encargo de la princesa, igual Dios nos a dado
a nosotros esa responsabilidad y nos dice “Críamelo y yo te lo pagaré”. Dios ha
entregado a tu hijo en tus manos para que cuides de ellos y para que les
prepares ahora para el día cuando estarán con Dios. Velad y orad para que no
entréis en tentación: el espíritu a la verdad está dispuesto. Marcos 14:38
V--Vida,
Valores
E--Educación
L--Limpieza,
lengua
A--Amigos,
altar
D--Disciplina,
decoro, desarrollo
La meta de toda
madre para su hijo en esta tierra debe ser la preparación de él para el día
cuando de su propia voluntad y de todo su corazón presente su “cuerpo en
sacrificio vivo, santo, agradable a Dios” Romanos 12:1.
La clave es “Velar
y orar” que significa cuidar atentamente de una cosa o una persona. Esto
requiere paciencia, diligencia, vigilancia, amor, comprensión tiempo y trabajo.
Tus hijos son plantitas tierna. Para salir con éxito, todas las plantas necesitan
una mano cuidadora, amante, tierna y firme. Proverbios 24:30-32
Velad por la vida
¿Estas velando por
tu vida? ¿Cómo está tu relación entre tú y tu Señor; entre tú y tu esposo;
entre tú y tus hijos? ¿Es tu vida delante de tus hijos un buen ejemplo del amor
y de la gracia de Dios? 2 Timoteo 4:12 Se ejemplo de los creyentes en palabra,
conducta, amor espíritu, fe y pureza.
Ejemplo: La madre
Eunice y la abuela Loida velaban bien por su hijo y nieto Timoteo. ¿Qué clase
de hijo era Timoteo? De “fe no fingida”. Eunice se preocupó en hacer de su hijo
un “sabio” en el conocimiento y en el temor de Jehová Proverbios 1:7 ¿Estas
tratando de enseñar a tus hijos a vivir según la Palabra de Dios, pero tu
propia vida contradice la sana doctrina
que estás enseñándoles? Tienes que
practicar lo que predicas y como el dicho te aconseja, “no borres con tu codo
lo que has escrito con la mano”
¿Cómo podemos dar un buen ejemplo a nuestros hijos?
Dominando la palabra
de Dios “Ocúpate en la lectura de la lectura, la exhortación y la enseñanza…”
Practica estas cosas. ¿Estas tratando de enseñar a tus hijos a vivir según la
palabra de Dios, pero tu propia vida contradice la sana doctrina que estás
enseñándoles? Tienes que practicar lo que predicas.
Lo más importante
en la vida de tu hijo es su salvación. Para ser salvo de sus pecados, tiene que
recibir personalmente a Cristo como su salvador. Juan 1:12; Gálatas 3:26. Dios
quieres que tú seas el instrumento que El utilice en dar vida espiritual a tu
hijo. Tu hijo tiene que ser salvo para experimentar el poder de Dios en su
vida. No puede vivir la vida cristiana si la vida de Cristo no está en él. Las
madres espirituales traen a sus hijos a Jesús para que el Señor pueda
bendecirle, Lucas 18:15, 16.
Nuestros hijos
deben saber que Dios los ama pero como Dios no es una persona palpable, debemos
enseñarles a través de nosotros mismo mostrando les nuestro amor para todos
ellos, eso sí lo puede comprender y experimentar desde los primeros días de su
vida. Entonces comprenderá que Dios le ama.
Nunca tengas
vergüenza ni estés demasiado preocupada para manifestarles a tus hijos que les
amas. Las dos cosas que el niño necesita más en su vida son el amor y la
disciplina. El amor sin la disciplina es nada más que el sentimiento; y la disciplina sin el amor es nada más que
la tiranía.
Debemos saber que
las palabras que más les dan confianza y que necesitan escuchar de sus padres son: las palabras “te
amo hijito”. Algunos niños solo escuchan de sus padres críticas, maldiciones y
quejas. El resultado es que cuando son adultos y tienen sus propios hijos,
encuentran muy difícil expresar su amor
para con sus hijos y para con sus padres.
Recordemos que el
hogar es para edificar a nuestros hijos y esta responsabilidad descansa sobre
los padres. Ejemplo: La madre “cuclillo” un pajarito de norte américa la madre cuclillo piensa que lindo será que
mis pichoncitos sean trabajadores, valientes, intrépidos y sobresalientes, pero
yo no tengo tiempo de enseñarles a ser así. Yo sé lo que haré. Dejare a la
hornera enseñar a mis polluelos a ser buenos obreros, valerosos, honestos,
fieles y sabios. La madre cuclillo deslinda su responsabilidad de madre poniendo
su huevo en el nido de los horneros, pensando la madre hornero educara a mi
hijito. Cuando nace el polluelo cuclillo y crece y puede volar, él se reúne con
los otros cuclillo y el resultado? Este pajarito sale flojo, astuto, engañoso y
ciertamente descuidará también a sus futuros polluelos.
Nuestros niños pasan:
1.
En la escuela
----------------------- 30% de su tiempo
2.
En la
iglesia--------------------------1% de su tiempo
3.
En el
hogar--------------------------69% de su tiempo
Dios te ha dado
mucho más tiempo que ha dado a la escuela o a la iglesia para enseñar a tu hijo
acerca de El.
Dios te da muchas
oportunidades diariamente para enseñar a tus hijos las verdades vivientes
acerca de El por medio de la naturaleza y por medio de lo que está pasando en
la vida tuya y en la vida de ellos. Pero tus ojos tienen que estar abiertos
para aprovecharse de estas oportunidades para enseñarles con diligencia estas
verdades.
Velad por los valores
Dos cosas muy importantes que enseñar a tus hijos son:
1. Que Dios tiene un propósito para
las vidas de cada uno de ellos.
2. Que cada uno tiene un destino. Su
destino es el cielo donde vivirán con Jesús y con su Padre celestial para
siempre.
Enseñarles que las cosas que tienen más valor
en esta vida son las cosas inmateriales que se encuentran en Cristo: el amor, el gozo, la paz, etc. Son
las cualidades del carácter, no la cantidad en el bolsillo que tiene valor a
los ojos de Dios. Mateo 6:19, 20,33. Enseñarles a sus hijos que Cristo es
nuestro salvador, sino también nuestro amigo. En los cielos le veremos cara a
cara sentados a la misma mesa con El.
Como creyentes tenemos una gran esperanza,
una esperanza de gran valor porque todo el cielo pertenecerá a los que han recibido a Cristo como Salvador
mientras vivía en esta tierra. Dios nos dice que somos herederos de Él y coherederos con Cristo.
Romanos 8:17. Uno que sabe esta verdad querrá vivir una vida transformada aquí
en esta tierra: una vida limpia y pura en preparación para los cielos. 1 Juan 3:3 “Todo aquel que tiene esta
esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como El (Cristo) es puro.
Enseñarles que Dios quiere que no aprendamos
las cosas negativas como mentir, engañar, maldecir, etc. Porque por naturaleza
lo harán. Colosenses 3: 5,8,9. En su lugar tenemos que aprender y enseñar a nuestros
hijos a hacer lo positivo, lo que agrada a Dios Espíritu. Colosenses 3: 12-17,
23, 24.
El cumplimiento de los mandamientos es lo que
tiene valor a los ojos del Señor. Es solamente por el poder del Espíritu en
nosotros que podemos cumplir Colosenses 3. Y debemos enseñarlos poco apoco
porque ellos no pueden captar todo de una vez y para ayudarles a hacer que las
recuerden. Como Dios dijo: recordemos Isaias: 10; Deuteronomio 11: 19
Velad
por la educación
¿Cuáles son alguna practicas buenas con las
cuales tú puedes educar a tus hijos y darán buenos resultados en sus vidas
cuando sean adultos?
1. Modales correctos a la mesa
2. Que aprenda a compartir
3. La Cortesía, Lucas 6:31 La mejor manera de enseñar la cortesía a sus hijos es que los
padres la pongan en práctica en sus vidas diarias. Los hijos se fijan en la
manera en que el padre trata a la madre y como la madre trata al padre. Si se
tratan el uno al otro con gracia, respeto y estima, los niños les van a imitar.
Además los padres deben tratar con respeto a sus hijos, tratarlos como es digno
de sus personas, y no como objetos. También debemos ser consecuentes y enseñar
día tras día, mes tras mes, año tras año. La cortesía es más profunda que decir
palabras como por favor, gracias, o perdóname, si no están acompañadas con
buenas actitudes y hechos son de doble valor.
4. Las actitudes: Enseña a tu hijo a ser el primero en mostrar una buena actitud para con
otros. Entonces los otros le responderán en tal forma. Todos nosotros hemos
tenido u a experiencia opuesta de ser engañados. Pero no debemos guardar una
actitud de amargura y resentimiento. Porque nuestros hijos heredaran estas mismas actitudes de nosotros.
El resultado es que ellos encontraran difícil hacer amistades profundas porque
tendrán en sus mentes la posibilidad de que serán engañados por sus amigos.
Dios dice: El hombre que tiene amigos a de mostrarse a migo. Proverbios 18:24
5. Aprender a tener respeto por
los profesores
Los profesores
están más dispuestos a ayudar al niño que es cortés. Es importante que tu hijo reciba la mejor educación posible,
porque él será más útil en las manos del Señor. Anime a su hijo a hacer lo
mejor en su clase. Muestra aprecio y alaba a tu hijo cuando hace algo que lo merece,
y vas a ver qué hijo responderá
Velad por la lengua
La lengua es
solamente el órgano que usamos para formar palabras con el fin de expresar lo
que pensamos, lo que sentimos en el corazón. Lo que dice la lengua es un
proceso.
Concebido
primeramente en el corazón, Crecido en los pensamientos, Citado en palabras, y
al fin Cosechado en acciones. Satanás conoce bien el proceso y se aprovecha de
ello, Usando nuestra naturaleza pecaminosa: El siembra las ideas en los deseos
pecaminosos en el corazón, las riega en los pensamientos, las hace madurar por
las palabras y las cosecha por nuestros hechos. Pero nosotros somos los responsables
y sufrimos por permitir tal cosa.
Sino que cada uno
es tentado cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces
la concupiscencia después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado
siendo consumado, da a luz la muerte. Santiago 1:14,15. Es debido a eso que debemos
guardar nuestro corazón como dice Proverbios 4:23
La lengua de
nuestros hijos puede mostrarnos si él esta espiritualmente mal del corazón. Uno
puede saber lo que está pasando en su corazón escuchando las palabras que salen
de la lengua. ¿Cuáles son algunos síntomas de la lengua que muestran que el
corazón está enfermo espiritualmente?
La mentira:
La mentira:
No os engañéis Dios
no puede ser burlado; pues todo lo que le hombre sembrare, eso también segará Gálatas 6:7 Dios aborrece la lengua mentirosa, Proverbios 6:16,17 El es la
fuente de toda verdad porque El mismo es la verdad.
Palabras feas, maldiciones
Palabras feas, maldiciones
Si los niños usan
palabras feas, o de menosprecio, eso no quiere decir que las han aprendido en
casa. Es muy fácil para ellos adaptar su vocabulario al lenguaje de la calle.
Muchos niños corrigen su modo de hablar
cuando los padres les explican las razones porque no deben usar ciertas
palabras o frases. Otros necesitan ser persuadidos con el chicote.
Quejas, Criticas continuas
Quejas, Criticas continuas
La meta de Dios
para los hijos de los hogares se encuentra en Isaías 32:18: Mi pueblo habitará
en morada de paz, en habitaciones seguras, y en recreos de reposo. La cosa es
que sus hijos están metiendo la pata con sus quejas, murmuraciones, críticas y
Dios no puede alcanzar su meta. ¿Cómo somos cuando estamos con otras mujeres,
alrededor de que cosas nos centramos para platicar? Hablamos cosas positivas de
otros, hablamos cosas buenas de nuestros esposos o estamos contando a todos lo
malo que son para nosotros?
Proverbios
15:24,23. Panal de miel son los dichos suaves; suavidad al alma y medicina para
los huesos… El hombre se alegra con la respuesta de su boca; y la palabra a su
tiempo ¡cuán buena es!
Santiago 3:6 La
lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros
miembros, y contamina todo el cuerpo e inflama la rueda de la creación, y ella
misma es inflamada por el infierno.
No debemos criticar
al esposo en delante de nuestros hijos, ni entrometernos cuando él está disciplinando,
si algo no está bien, espere para estar a solas y decirle lo que usted piensa.
Es muy difícil controlar la lengua pero Dios es nuestro socorro, Nuestra
oración continua debe ser: Pon guarda a mi boca, o Jehová; guara la puerta de
mis labios… Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón
delante de ti. Oh Jehová, roca mía, y redentor mío. Salmo 141:3; 19:14
Velad por la limpieza
¿Quién subirá al
monte de Jehová? Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y el puro
de corazón. Salmo 24:3-4. Este versículo nos habla de dos clases de limpieza:
1) La limpieza de adentro. Toca lo espiritual.
Tiene que ver con la limpieza del alma. Antes de que podamos subir al cielo y
estar en la presencia de nuestro Dios santo tenemos que estar “puros de
corazón”. Nosotros mismos no podemos, pero Cristo es el único que puede hacerlo
para nosotros. No por nuestras obras de justicia, dice I Juan 1:7 la sangre
de Jesucristo nos limpia de todo pecado cuando
recibimos a Cristo como nuestro Salvador.
2)
La
limpieza de afuera: Lo que está en el corazón se ve por los hechos. Si el corazón
está limpio, todo aspecto de nuestra vida debe ser limpio también. Así la
limpieza de afuera toca a lo físico y tiene que ver con el aseo del cuerpo, de
la ropa, del hogar, y de los hechos. El cuerpo es el Templo del Espíritu Santo,
por lo tanto necesitan ser limpios, porque somos embajadores de Cristo y
debemos guardarnos limpios para un buen testimonio.
Recuerda que si eres casada tu cuerpo
pertenece a tu marido, 1 Corintios 7:4 Hay que mantenerlo en tal forma que sea
un gozo para él estar contigo. El perfume puesto a su tiempo hace maravillas
para la moral, y te hace sentir más respeto para ti misma.
Recuerda cepillar tu dientes mejor tres veces
al día.
La ropa debe estar limpia y arreglada. No es
preciso tener mucha ropa ni que sea ropa cara. Pero la que tenemos debe estar
bien guardada y aseada.
El aseo de los hijos es responsabilidad de
las madres. Cuando su hijo empiece a crecer debe enseñarle a vestirse por sí
mismo, cuidar bien su cuerpo, a lavar sus manos y cara, a peinarse bien y a
guardar limpia y arreglada su ropa.
Es importante a enseñarle a mantener limpio
su cuarto y tener respeto por su hogar y el de otros. Limpiar la casa y espera
al esposo con la casa aseada es muestra de ser valiente, y tendrá un marido
contento y con el deseo de pasar más tiempo con ella y en su casa. Enseñe a sus
hijos a ayudarle con las responsabilidades del hogar.
Velad
por los amigos
Nuestros hijos necesitan tener amigos. La
vida sin amigos es una vida de pobreza, no importa cuánto dinero tenga. La
amistad verdadera de un amado y fiel amigo a veces es más profunda y más fuerte
que la relación entre hermanos de sangre. Casi no hay otras cosas que tenga más
influencia en la vida de tu hijo que sus amigos. En muchas ocasiones él está
más listo a escuchar el consejo de ellos que le consejo de sus padres.
Es importante que su hijo este participando
en todas las actividades tomando parte en los cultos, ayudando en la liga de
jóvenes, asistiendo a campamentos para jóvenes, retiros espirituales, días de
campo etc. Hay más oportunidades de hacer amistades de valor en tales lugares.
Cuando tu hijo es pequeño, puedes escoger a
sus amigos. Los hijos son fieles a sus padres y confían en sus consejos.
Cuando son jóvenes buscarán sus propios
amigos y no escucha los consejos de los padres, es cuando debemos confiar en
Dios y orar, orar y orar por ellos. La oración eficaz del justo puede mucho.
Si tiene amigos vecinos que no son creyentes,
anima a tu hijo testifícale y llevarlos a los cultos consigo. Cuando están en
tu casa háblales del Señor.
Es mejor que los amigos de tus hijos vengan a
hacer tarea a la casa para que tú puedas ver que hacen y estar más tranquila.
Se dice que una onza de prevención vale más que un kilo de remedio. Si tienes
hijos pequeños, empieza ahora a ser amigos con ellos. Muéstrales amor, respeto,
compañerismo. Préstales la atención necesaria. Dales tiempo, no menosprecies
sus personas, ni te burles de sus ideas o sus preguntas. Más que todo, guarda
bien sus confianzas. No hay que mimarles dándoles todo lo que deseen. No te
permitas ser demandada por ellos. Hay que disciplinarles justamente, con
consistencia y sin parcialidad.
Recuerda siempre vivir en el nivel más alto
de tu espiritualidad y animarles a ellos también a vivir en este nivel. No
tienes que comprometer tu testimonio, permanece fiel a la Palabra de Dios. Si tienes
que escoger entre ser fiel a tus hijos o a tu Dios escoge ser fiel a Dios.
Si vives lo que crees, aunque él se aparte
del camino del Señor, algún día volverá porque tu vida será para él estandarte
de la verdad.
Velad
por el altar
El corazón del hombre sin Dios es como un mar
turbulento, y nada puede calmar la tempestad
hasta que el corazón vuelva a ser de nuevo el altar de Dios.
El altar que Dios quiere de ti es tu corazón,
y el sacrificio del altar es la alabanza de tus labios. Ofrezcamos siempre a
Dios, por medio de Él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que
confiesan su nombre Hebreos 13:15
Hablando entre vosotros con salmos, con
himnos, y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros
corazones; dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de
nuestro Señor Jesucristo. Efesios 5:19 y 20
Y de hacer bien y de la ayuda mutua, no os
olvidéis porque de tales sacrificios se agrada Dios. Hebreos 13: 16.
El altar familiar es para el reconocimiento
de Dios. Pero a cambio de hacerlo para El, Él nos hará bien. Por eso el altar
familiar es tan imperativo. Ha de ser:
1.
Un tiempo para conocer mejor a
Dios por medio de su Palabra “a fin de conocerle,..” Fil 3:10
2.
Un tiempo para alabar y cantar a Dios y darle gracias por medio de
la oración
3.
Y un tiempo de hacer bien por la
ayuda mutua entre los miembros de la familia.
Por tanto, pondréis estas mismas palabras en
vuestro corazón y en vuestra alma, y las atareáis como señal en vuestra mano y
serán por frontales entre vuestros ojos. Y las enseñaréis a vuestros hijos,
hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino,
cuando te acuestes, y cuando te levantes, Y las escribirás a en los postes de
tu casa, y en tus puertas. Deuteronomio 11:18-20
El Versículo 18 pone el énfasis sobre las
devociones personales de los padres que conozcan la Palabra de Dios con todo su
corazón, y con toda su alma. Si no, ¿Cómo podrán enseñar la palabra a sus
hijos? La Palabra de Dios había de formar una parte integra y vital de sus
vidas diarias. En este versículo Dios habló acerca de cuatro cosas que forman
parte del ser. Que pide Jehová, tu Dios de ti, sino…que guardes los
mandamientos de Jehová y sus estatutos que yo te prescribo hoy para que tengas
prosperidad? Deuteronomio 10:12,13
Velad
por el decoro
Proverbios 31:10-12 “Mujer virtuosa quien la
hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.
El corazón de su marido está en ella confiado, y no carecerá de ganancias. Le
da ella bien y no mal, todos los días de su vida”.
Si somos mujeres reconocidas por su
integridad de ánimo y bondad de vida, que guarda el decoro de su vida, su
respetabilidad, decencia, circunspección, y dignidad, entonces el corazón de su
esposo y toda la gente que la conoce estará confiado en ella.
Si fuéremos unas madres decorosas exhibiendo
estas características en nuestras vidas, será mucho más fácil infundirlas en el
carácter de nuestros hijos porque seremos para él el modelo precioso y probado,
la medida para su vida, la que puede usar cuando busca a la futura compañera
con quien compartirá su vida.
El
vestido puede hacer mucho para llamar la atención a la cara. Si distrae la atención de la cara a otros miembros del cuerpo que no
tienen nada que ver con mostrar el carácter ha perdido mucho de valor y ha
ganado solamente problemas.
Asimismo que las mujeres se atavíen de ropa
decorosa, con pudor y modestia: no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni
vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que
profesan piedad. 1 Timoteo 2:9,10
Vuestro atavío no sea el externo de peinados
ostentosos, de adornos de otro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del
corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de
grande estima delante de Dios. 1 Pedro3: 3,4
En estos versículos no quieren decir que la
mujer no debe peinarse bien o en una manera atractiva. Tampoco quieren decir
que no debe llevar adornos como brazaletes, collares, joyas, aretes, etc. Sino
se refiere a que el adorno exterior no debe ser más importante. Uno debe
hacerse lo más presentable posible, pero el énfasis debe estar en el carácter,
lo interior que luego se refleja en la cara. Si esto agrada a Dios, agradará
también a los que son de Dios. La palabra clave aquí es la “moderación”, la
virtud que nos mantiene entre los extremos. Para llevar un buen testimonio
debemos ser limpias y atractivas. El atractivo más valioso tiene que ver con la
personalidad, el carácter y no tanto con la hermosura natural. La cara que no
es linda es realzada por la personalidad atractiva.
El dilema con los adolescentes y jóvenes que
no se aceptan es porque hubo falta de inculcar las medidas de Cristo en sus
vidas desde su niñez. Pero solo necesitamos paciencia, amor y firmeza, para que
dejen sus complejos de inferioridad, enseñarles que Dios es soberano, que antes
de la creación del mundo El planeó la
apariencia de cada persona y la escribió en un libro.
Salmo 119: 14,16 “Te alabaré porque
formidables, maravillosas son tus obras. Estoy maravillado, y mi alma lo sabe
muy bien… Mi embrión vio tus ojos. Y en tu libro estaban escritas todas
aquellas cosas que fueron luego formadas sin faltar una de ellas”.
Dios sabía cómo iba a nacer tú si ibas a ser
alta o baja, si ibas a tener cabello crespo o lacio, si tendría nariz aguileña
o sería ñata. Y todas las características que tienes El té las dio. Y cuando
reniegas de tí misma, estas negando a Dios, su creador, diciendo que Dios no ha
terminado con su trabajo.
Hay otra cosa que hace que nos veamos
indecorosas y es el pecado. Santiago
1:14 “Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es
atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el
pecado, siendo consumado, da a luz la muerte”.
Honestidad
La honestidad es el recato o decoro en las
acciones y palabras. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad. Átalas
a tu cuello. Escríbelas en la tabla de tu corazón y hallarás gracia y buena
opinión ante los ojos de Dios y de los hombres. Proverbios 3:3,4. El engaño es
una mentira en acción. Ejemplos: Cuando damos peso falso, o cuando prometemos
algo y no cumplimos, etc.
Y todo
lo que hacéis sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor
Jesús (y Jesucristo no puede mentir o engañar) dando gracias a Dios Padre por
medio de él. Colosenses 3:17
Velad
por la disciplina
Hablemos de la disciplina espiritual Que pasa
cuando un hijo de Dios peca? ¿Puede pasar por alto el pecado porque es su hijo?
¡No! Dios es justo y no puede excusar el pecado. No puede condenar a su hijo
tampoco. Pero en amor puede disciplinarlo.
Hijo
mío no menosprecies la disciplina del Señor, ni desmayes cuando eres reprendido
por él; porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe
por hijo. Si soportas la disciplina Dios te trata como a hijo, porque ¿Qué hijo
es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si os dejan sin disciplina, Dios
te trata como a hijo: Porque ¿Qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Hebreos 12:5-7
La meta del castigo no es el desahogar la ira
sobre tu hijo para apaciguar tu ira sino para ayudar al hijo a madurar, para
que aprenda que el pecado no ele recompensa en una buena manera, sino que él
tiene que pagar por el pecado. El castigo administrado en amor sin ira en su
tiempo “da fruto apacible” de justicia a los que en ello han sido ejercitados”
Hebreos 12:11
Para ilustrar diremos: Tú y tus hijos son los
pedazos de madera. Cristo, el carpintero, es el Maestro. Antes de ser salva, no
eras nada, sin vida, muerta en los pecados. Pero ahora estás en manos del
maestro, y Él puede ver en ti y en tus hijos algo que es hermoso, útil, que
dará gozo al dueño. Así con sus herramientas el maestro empieza a formar su
obra maestra. Cada golpe cada fragmento sacado tiene su significado, y el
proceso de martillar y cortar es absolutamente necesario para llegar al fin
deseado. Si El pedazo de madera” quiere ser algo que sea útil, algo hermoso,
tiene que confiar en las manos del maestro. Tiene que sufrir cuando el maestro
quita algo de su vida que no sirve, algo que está impidiéndole salir como obra
maestra. En la eternidad veremos los propósitos de Dios en cada prueba, de cada
sufrimiento, y veremos que de veras cada uno era necesario, aun una bendición
para ayudarnos a llegar a la meta que Dios ha puesto para nosotros.
La meta es un hijo obediente que puede
experimentar las ricas bendiciones de su padre Celestial. O puede ser para la
madurez del hijo. Y la otra es llevar frutos juan 15:2, si te toca una prueba,
si es por tu desobediencia, vas a saberlo. Vuelve a la comunión con tu Dios por
1 Juan 1: . Pero si no es por el pecado en tu vida, tienes que preguntarte,
“¿Qué lección quiere enseñarme mi Padre celestial con esto?” Aunque no
comprendas lo que está haciendo, puedes darle gracias de que está obrando para
hacerte una obra maestra que le dará gloria.
Tú y tu marido son las herramientas que Dios
usa para disciplinar a tus hijos. Dios ama a sus hijos y tiene un propósito
para cada uno. Pero no puede formar y hacer algo útil de ellos si son
desobedientes. Si aprenden a obedecer a sus padres, será mucho más fácil
obedecer a Dios. Así que no rehúses corregir al muchacho, proverbios 23:13;
castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza. Proverbios 19:18 Proverbios 13:
24.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario