Secreto para ser una persona de excelencia

El joven por naturaleza tiene sentido de victoria, ganas de luchar e ir adelante lo animan con optimismo porque está lleno de sueños y deseos de triunfar. Piensa en conseguir dinero, fama, poder, bienes materiales etc. Pero ¿Cuál es el secreto para esta persona que tiene a Dios en su corazón?

1. Dios esta con él. Ejemplo: David, José personajes de la Biblia fueron grandes triunfadores, pasaron por circunstancias difíciles pero Dios estaba con ellos cada momento de sus vidas, ¿Cuál fue su secreto? Buscaban a Dios en su soledad, y se humillaban si habían fallado. Eran hermosos de carácter y personalidad. Y eso mismo es lo que Dios mira en nosotros, nuestros corazones y el anhelo de estar con él.
2. Se acepta como es: Esto significa que no está descontento con las partes de su cuerpo, o su personalidad, sino que agradece a Dios como lo ha creado. Acepta sus virtudes y habilidades, y si tiene deficiencias pide a Dios que le ayude a superarlas. 
3. Camina en una vida de rectitud y fidelidad a Dios. Esto le hace prospero, le hace engrandecer delante de otros, y es bien remunerado por sus actitudes, es tenido en alta estima y honra. Y la prosperidad le viene como consecuencia de sus buenas acciones. Hechos 11:23 "Este, cuando llegó, y vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a que con propósito de corazón permaneciesen fieles al Señor". 
4. Es capaz de levantarse cuando cae y sigue adelante. Proverbios 24:16 "Porque siete veces cae el justo, y vuelve a levantarse..."
5. El joven triunfador es estudioso, conoce la ciencia, procura el conocimiento de la Palabra como su alimento espiritual.2 Timoteo 3:16, 17 "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra". 

Estimado amigo espero Dios te ilumine y sigas buscando a Dios para ser un vencedor en todos las áreas de tu vida, sigue el ejemplo de estos grandes hombres que no escatimaron su búsqueda y su consolación en Dios mismo, como creador y dueño de sus vidas.