06 junio 2014

A mis queridos Maestros

Durante mi etapa de estudiante de colegio he tenido varios maestros que dejaron huellas en mi vida. Recuerdo algunos ahora tal ves los que impactaron en mi vida por su carácter y actitudes ante las dificultades de sus estudiantes.

Cuando estaba cursando el 2º grado de la secundaria, estudié en un colegio privado, allí tuve dos maestros que fueron una gran ayuda para el desarrollo de mi carácter, personalidad y mis habilidades académicas. Uno que recuerdo bien es el maestro de Filosofía, era un hombre de apellido Quipes, originario del occidente de mi país. Yo le tenía mucho respeto aunque el tenía la característica de tratarnos mas como a soldado que a estudiantes, el tenía el porte de militar, era estricto y le gustaba que nosotros le cumplamos las tareas asignadas al pie de la letra. Aunque le tenía un poco de temor le tenía respeto, me gustaba como se hacia respetar y como lograba que todos sus estudiantes cumplan. Es algo que recuerdo de este maestro y que me ayudó a mi en el desarrollo de mis hábitos buenos y positivos.

Otra maestra que impactó en mi vida ayudando a forjar mis habilidades en el conocimiento de las matemáticas, hasta ese año todavía no las dominaba, era prácticamente mi materia menos esperada y menos anhelada en conocer. ¿Por qué? creo ahora porque desde el principio nos descuidan y no nos ayudan a amar esta materia. El poco conocimiento que logramos adquirir no lo hacemos de buena gana, sino a la fuerza y con poco esfuerzo de maestros para que aprendamos. Pero la profesora Sonia, sacrificó parte de su tiempo en sus quehaceres de madre, con mucho interés en mi aprendizaje me invitó a su casa para ayudarme a practicar ejercicios de matemáticas, y con su ayuda logré aprender mucho mas de lo que no sabía hasta ese entonces. Por esta razón digo que fueron personas muy importantes en mi vida, porque tuvieron interés en mi como estudiante, y de alguna manera me inculcaron a amar y apreciar lo que estudie en estos años de colegio.

Doy gracias a Dios por los maestros, que ayudan a los estudiantes a conocer muchas cosas de la vida, no solo enseñan materias académicas sino también enseñan valores, y por medio de ellos podemos aprender a desempeñarnos como personas.

Un 30% de su tiempo los niños y adolescentes lo pasan dentro de las aulas de un colegio. De manera que el trabajo que hacen los docentes mal o bien, afecta a los estudiantes en todos los aspectos de su vida.

Es por esa razón y aquí mi concejo para cada persona que lee este documento si ejerce el rol de maestro, que lo cumpla con gozo y sabiendo que no solo enseña materias básicas de su área de competencia sino también enseñan a lograr sueños e inculcan valores en sus estudiantes. No mire con desprecio al estudiante mal educado, o al inquieto, o al que no tiene muchas habilidades desarrolladas, dedique su tiempo a apoyarlo y ayudarlo a mejorar en lo que sea posible, y verá que esa persona en la que no ve futuro, años mas tarde se convertirá en un gran profesional y no solo eso, sino que recordará con gozo y mucha gratitud el gran aporte que usted realizo en la formación de sus valores y su personalidad. Piense en esto!

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