HACIA UNA VIDA DE EXCELENCIA E INTEGRIDAD EN UN MUNDO POSTMODERNO

Estamos en un siglo postmoderno, donde la libertad- libertinaje, la sensualidad, el culto al egoísmo, vida sin reglas ni estructuras, etc, son proclamados por todo los medios. Esto está acompañado de un humanismo endiosado a la tecnología, adornado de una ideología globalizadora cuyo rostro todo es ligth y fast-food y un mundo consumista. La pregunta es: ¿Es posible que un joven puede pretender vivir una vida de excelencia e integridad? ¿Podrá resistir las tentaciones tan seductoras? ¿Podrá tener la determinación y la disciplina?

Veamos con más detenimiento las propuestas de la postmodernidad y la propuesta cristo-céntrica:

PROPUESTA POSTMODERNA	PROPUESTA CRISTIANA.
No hay verdad absoluta en el universo. Todo es relativo, esto esta sujeto al tiempo, cultura y ciencia. Hay muchos caminos para llegar a Dios. Cada quien es dueño de su vida. La persona hace lo que siente y lo que le complace. No hay reglas ni doctrinas e imposiciones Vida sin destino, propósito y sin Dios.	Hay una verdad absoluta en el universo  - Dios. Hay verdades temporales y universales. Hay uno solo camino para llegar a Dios  -Jesucristo. Dios es dueño de la vida. La persona hace de acuerdo a la Palabra de Dios. Hay principios establecidos que deben ser observados. Vida con propósito, destino donde llegar. - El hogar celestial.

Conclusiones y Recomendaciones:

• Hay una verdad absoluta, eso es Dios quien es autor como creador, preservador y sustentador de todo lo que existe.
• El ser humano es criatura de Dios, por tanto lleva en si la imagen y semejanza de Dios, por tanto como tales debemos actuar responsablemente. –El que siembra cosecha.
• Nuestra vida tiene un propósito, una meta cual es llegar a la imagen y semejanza de su Hijo Jesucristo.
• Dios ha establecido para el ser humano, principios y verdades para una vida llena de plenitud.
• En este siglo postmoderno si es posible una vida de excelencia e integridad. No por la capacidad humana, sino por el poder del Espíritu Santo.

Fuente: Doc. biblioteca virtual del Pr. Marcelino Serrudo M.